La investigación abierta por el horrendo crimen de Susana Aguilar cobró ayer nuevas e impensadas aristas tras el arresto de un joven de 30 años, novio de una de las hijas de la víctima, en cuya vivienda se encontraron prendas con sangre y la llave del departamento del edificio Leo IV, donde currió el sangriento asesinato. Previamente, un hombre de 45 años había sido demorado por efectivos de la Policía de la Provincia tras realizarse un allanamiento en el Barrio Centenario, al norte de la Capital, pero finalmente fue liberado.
La segunda captura, que sería la de mayor injerencia en la pesquisa de los investigadores, acaeció alrededor de las 21 de ayer, tras una serie de allanamientos realizados en domicilios del norte de la Capital; esta vez, el buscado era un hombre de 30 años identificado como Matías Damián Cano, quien sería pareja de la hija menor de la mujer asesinada.
El sindicado, según la información a la que se pudo acceder por fuentes policiales, era intensamente buscado con “orden de arriba”, ya que varios elementos de prueba hallados en el departamento siniestrado apuntaban a él como un potencial sospechoso por el asesinato. Una vez concretado el arresto, el hombre fue llevado a las instalaciones de Sanidad Municipal para ser tomadas varias pruebas corporales -incluido el material genético- y posteriormente trasladado a la base de la Brigada de Investigaciones de la Policía.
De acuerdo con fuentes policiales consultadas, el joven fue arrestado ya que algunas de sus pertenencias -presuntamente un pantalón y su documento de identidad- estaban en el lugar del violento hecho. Según los resultados del allanamiento realizados en el domicilio del sospechoso se pudo conocer que fueron encontrados ropajes con sangre que ahora serán sometidas a pericias para determinar a quién pertenecían. Además de una llave del departemento de Aguilar que el joven habría tenido en su poder.
Otro dato para tener en cuenta es que este joven de 30 años ya había sido demorado meses atrás -en los días finales de enero pasado- para responder brevemente sobre el asesinato de la joven psicóloga María Eugenia Rojas, quien muriera en similares circunstancias a las del crimen de Susana Aguilar.
No obstante, por el momento no se habría formalizado ninguna imputación contra el individuo y hoy se decidiría su situación con respecto a la investigación actual.
El primer sospechos habís sido sindicado luego de corroborarse -aparentemente a través de videocámaras colocadas en un local comercial ubicado en frente del edificio Leo IV- que había estado en el lugar de los hechos en el horario estipulado del fallecimiento de Aguilar, entre las 23 del sábado y las 3 de la madrugada del domingo. No obstante, este hombre fue puesto en libertad horas más tarde, alrededor de las 8 de la noche y parcialmente desvinculado de la investigación, según aseguraron fuentes judiciales.

Hermetismo

Por el momento, según dejaron trascender fuentes oficiales, existen líneas investigativas cerradas que podrían arrojar resultados positivos en las próximas horas. Sin embargo, el caso se maneja con total hermetismo en virtud de un pedido expreso de una de las partes intervinientes en el proceso.
Uno de esos pedidos, según expresó un allegado de la familia de la víctima, que prefirió mantener su identidad en el anonimato, está relacionado con los descuidos que dejaron trascender imágenes de otra investigación -el caso María Rita-, que si bien no afectaron el decurso de las pesquisas de los investigadores, sí provocó reacciones negativas en familiares y amigos de la víctima.

Funeral

Ayer por la tarde, el cuerpo de Susana Aguilar fue entregado a sus familiares para ser posteriormente trasladado a la ciudad de Recreo, donde se llevó a cabo un oficio religioso y se realizó el entierro. Fuentes allegadas al círculo íntimo de Aguilar remarcaron la “sospecha” levantada por el hecho de que la joven pareja de la hija menor de la mujer asesinada no estuviera allí. Hablaban, evidentemente, de quien en horas de la noche fuera arrestado y puesto a disposición inmediata de los fiscales especiales.

Otra coincidencia

El último sospechoso arrestado agrega otra “coincidencia” a la lista de comparaciones entre el crimen de Aguilar y el crimen de la psicóloga. Cano había sido demorado por este último hecho.