Fuentes allegadas a la familia de Susana Aguilar, quien fuera asesinada en su departamento de calle Salta el 31 de marzo pasado, indicaron que los familiares de la mujer, dolidos por su muerte, emprendieron una investigación paralela a la que están llevando adelante los fiscales de la Unidad de Delitos Especiales sobre las circunstancias que culminaron con la muerte de la mujer de 55 años.
En este sentido, según trascendió, los familiares de la víctima arbitraron recursos con sus propios medios para conocer por qué motivo Damián “Bebe” Cano fue descartado rápidamente de la lista de sospechosos que manejaron los fiscales del Ministerio Público en la investigación del crimen de María Eugenia Rojas, lo que propició que el joven permaneciera en libertad y, eventualmente, asesinara a otra persona.
Según estas fuentes, la duda que surge en la familia al analizar los datos relacionados con la investigación sobre la muerte de la psicóloga es la posibilidad de que alguien haya frenado o desviado la línea de investigación que apuntaba a Cano.
Además, presuntamente, los familiares de quien sería la última víctima de Cano descreen y desconfían de la efectividad de la investigación llevada a cabo por los fiscales Marcelo Sago y Miguel Mauvecín, lo que los llevó a iniciar la recoleción de datos, pruebas y demás elementos relacionados con las dos causas de manera particular.
Cabe destacar que hasta el momento la familia de Aguilar no se habría constituido como querellante en la causa.

Jueves o viernes

Por otra parte, fuentes judiciales dieron a conocer que entre el jueves y viernes, se estima, estaría llevándose a cabo la indagatoria a Cano; en esta oportunidad, para que dé su declaración de manera específica sobre el crimen de la psicóloga.
Por estos momentos se está esperando la llegada de análisis físicos que se le efctuaron al confeso homicida y que fueron enviados a otras provincias.
A su vez, el abogado defensor de Cano espera la notificación de los fiscales para que se le efectúen las pericias psiquiátricas correspondientes a su defendido, momento en el cual la defensa propondrá un perito de parte, es decir, un profesional que corrobore y certifique las actuaciones llevadas a cabo por los especialistas propuestos por la Justicia.
Resta recordar que Damián Cano confesó el martes 2 de abril ante las autoridades judiciales que había asesinado a Susana Aguilar, la madre de su novia, y detalló paso por paso cómo había cometido el asesinato a sangre fría y sin aparentes motivaciones.
El joven, además, sorprendió a la opinión pública dando a conocer, en ese momento, que había sido también el autor de la muerte de María Eugenia Rojas, causa por la que había sido llamado a declarar pero de la que había quedado desligado.

Testigo de confesión

Fuentes allegadas al entorno de Damián “Bebe” Cano dieron a conocer que el joven, apenas 24 horas antes de ser detenido por las autoridades judiciales por el homicidio de Aguilar, había ido a la casa de un amigo para confesarle lo que había hecho.
Según este testigo, que prefiere permanecer oculto y no ser relacionado con la causa, el “Bebe” fue a su casa y le dijo que tenía algo para contarle.
Según las palabras de este joven, su amigo -que se veía sumamente perturbado- empezó a relatarle que había matado a puñaladas a su “suegra” en su departamento, después de lo cual, para tapar posibles rastros dejados en su camino, decidió iniciar un incendio.
El amigo de Cano, quien admitió sentirse muy atemorizado y perturbado por la información a la que acababa de acceder involuntariamente, explicó que le dijo a “Bebe” “que se retirara de su domicilio y que no regresara más por allí”, a lo que el homicida respondió accediendo a su pedido. Asimismo, el muchacho decidió, horas después de haber escuchado la confesión del macabro hecho, emprender un viaje hacia otra provincia.