Un hombre no vidente fue condenado a cumplir una condena de 4 años y 2 meses de prisión domiciliaria por abusar de un vecino suyo, de tan sólo 12 años. Raúl Eduardo Vega, alias “Titino”, fue declarado culpable de cometer el delito de “abuso sexual gravemente ultrajante”, por un hecho que tuvo lugar en su domicilio el pasado 16 de abril de 2012, cuando un vecinito suyo lo visitó en su casa, lugar en donde el invidente le practicó sexo oral en contra de su voluntad.
Si bien el representante del Ministerio Público, Gustavo Bergesio, solicitó una pena mayor para el individuo, considerando que debía condenársele por el delito de “abuso sexual con acceso carnal”, en vista de la interacción que el imputado tuvo con la víctima, los jueces de la Cámara Penal Nº 2 decidieron imponerle la pena correspondiente a la figura previamente mencionada.
Fuentes judiciales indicaron que Vega abusó de la confianza de su vecino, a quien hizo pasar al interior de su vivienda, donde le practicó sexo oral, lo que el imputado negó rotundamente a lo largo del proceso judicial, alegando que por su condición de ciego, permanentemente se encuentra acompañado por alguien que le brinda asistencia, y por lo tanto, lo denunciado por el menor nunca pudo haber sucedido, versión que los jueces rechazaron, teniendo en cuenta que desde hace más de 6 años padece de esa discapacidad.
La prisión domiciliaria se dicta en este caso por el estado de salud del convicto. La pena restringe los movimientos del condenado al interior de su vivienda concreta, sin que pueda salir de ésta, salvo autorización judicial.