Otro empresario víctima de la delincuencia

Les robaron $30.000 y los dejaron atados por dos horas

Lo obligaron a buscar la recaudación de su estación de servicios, amenazando con matar a su esposa.
domingo, 26 de mayo de 2013 00:00
domingo, 26 de mayo de 2013 00:00

Un matrimonio de Andalgalá, propietario de una estación de servicios de la ciudad, fue víctima del ataque de delincuentes, que les robaron una importante suma de dinero -entre 20 y 30 mil pesos- y los dejaron maniatados por más de dos horas hasta que se pudieron liberar y llamar a las autoridades.
Fuente policiales de la ciudad andalgalense dieron a conocer que cerca de las 21 del sábado, el conocido empresario Mario Sierralta, dueño de la estación de servicios ubicada en el ingreso a la ciudad de Andalgalá, fue interceptado en el ingreso de su domicilio junto a su esposa por dos sujetos fuertemente armados, que, a cara descubierta, los obligaron a ingresar a la vivienda, de la avenida Rodolfo Morán, arteria que une la cabecera departamental con el distrito de Chaquiago.

Terror

La pareja sufrió horas de terror a manos de los delincuentes, quienes los amenazaron con armas de fuego, instándolos a que les entreguen dinero y joyas.
El matrimonio respondió a los asaltantes que no tenían esos elementos en su poder, pero los ladrones les sacaron las alianzas de oro y todo objeto de valor que hallaron a simple vista, además de obligar al empresario a dirigirse al local comercial y traerles todo el dinero de la recaudación.
Fuentes cercanas a la investigación indicaron que Sierralta no tuvo más remedio que someterse a la voluntad de los ladrones, quienes amenazando con quitarle la vida a su esposa, se quedaron con ella hasta que regresó desde la estación del servicio con el dinero que acababa de pedirle al playero de la estación de servicio.
El comerciante, según trascendió, trató de dialogar con los sujetos, diciéndoles que les entregaría todo lo que estuviera a su alcance, pero rogándoles que no le hicieran daño a su mujer o a él.
Una vez que les entregara a los individuos lo que le exigían, éstos se aseguraron de dejarlos privados de su libertad para tener tiempo de emprender su fuga, por lo que le colocaron a la mujer de Sierralta un precinto plástico en las muñecas y ataron con sábanas sus piernas para impedirle movimiento alguno. A su marido, mientras tanto, lo inmovilizaron atando sus extremidades con alambres.
Según se dio a conocer, los malvivientes que aterrorizaron al empresario y su cónyuge no tenían acento andalgalense, por lo que se sospecha que se trataría de personas de alguna zona aledaña, que habrían emprendido su fuga - según se presume- hacia Minas Capillitas o con destino a Santa María.

Investigación

La pareja estuvo atada y prisionera dentro de su propio hogar hasta la medianoche, cuando recién lograron deshacerse de las ataduras que los violentos asaltantes habían improvisado y pudieron dar aviso a las autoridades.
Una vez al tanto de la escena que acababa de experimentar el reconocido comerciante y su esposa, la fiscal de Instrucción de la Jurisdicción, Martha Nieva, dio orden de que se disponga un cerco policial en las rutas de acceso y se ordenaron una serie de allanamientos. Las víctimas relataron que los malvivientes manejaban datos muy precisos de los hijos y nietos del matrimonio y otros detalles que daban cuenta de una organización previa a todo lo actuado en el delito.
 

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