El escape del joven Jacobo Jiménez del penal de Miraflores sigue repercutiendo en los funcionarios encargados de la seguridad. En esta ocasión, el subsecretario de Seguridad, Juan Pablo Morales, se mostró cauto y señaló que es preferible aguardar las actuaciones administrativas y de la Justicia para determinar responsabilidades.
“Se han iniciado las actuaciones sumarias para intentar determinar la responsabilidad administrativa que le cabe a la guardia que estaba en ese momento”, expresó Morales a la prensa, agregando que “...sin perjuicio de ello, es necesario aclarar que se está llevando a cabo la instrucción penal preparatoria a cargo del fiscal de instrucción, que está investigando la evasión y la imputación al joven Jiménez y allí va a determinar si existen anomalías u omisiones que tengan algún tipo de implicancia penal por parte de los numerarios del Servicio Penitenciario Provincial”. Anteriormente, Morales había dado por tierra las versiones que circularon indicando que el servicio telefónico de la cárcel se encontraba cortado.

Relajo

Consultado respecto a los dichos publicados de la jueza de Ejecución Penal, Alicia Cabanillas, a El Esquiú.com, el funcionario dejó claro que no comparte la opinión. “Me parece que quien debe determinar si hubo relajamiento o algún tipo de omisión en este caso es el fiscal, quien deberá determinar si hay algún tipo de responsabilidad penal”, subrayó Morales. “Yo soy un respetuoso del derecho a defensa de las personas, tanto administrativas como penales. De las actuaciones se demostrará si hubo o no responsabilidad funcional por parte del personal. Desde ya respeto a mis colegas pero me parece que son apreciaciones personales que ellos tienen, yo tengo otra posición y me parece que hay que esperar a ver qué determina la Justicia y la parte administrativa”, finalizó.
El sábado por la tarde, los guardiacárceles advirtieron la falta de “Jota”, quien se habría hecho de un alicate o pinza con la cual rompió el candado de un portón, trepó por el techo de un pabellón y luego violentó tres alambrados sin ser advertido por los celadores para darse a la carrera a campo traviesa.