Ricardo Javier Ocampo, popularmente conocido como el “Maestro Amor”, le aseguró a un medio nacional que asesora y contiene a víctimas de casos de abuso sexual que se acercan a su fundación a buscar refugio. Mientras tanto, continúa la batalla legal por las denuncias en su contra por hechos de esta misma índole, radicadas por exseguidores.
En un informe publicado por Diario Perfil, el “gurú” levantó polvareda al relatar que “yo trabajo con casos de abuso. Muchas víctimas vienen a buscar y acá (en la Fundación) trabajamos con los psicólogos y damos clases sobre abuso sexual con especialistas”. Además, añadió que cree que “los abusos ocurren porque hay extensa libertad en la televisión con relación a lo sexual. Está muy sexopateado (sic) todo. El violador cree que está protegiendo al niño cuando lo que hace es dañarlo. Pero me imagino que una persona así tiene problemas serios de autoestima, le habrán pasado cosas también en su infancia, por supuesto”.
Siguiendo esta línea, minimizó las denuncias por abuso sexual de las que fue acusado y que aún no fueron juzgadas: “Conozco a los chicos que me denunciaron, también conozco a sus padres y me la veía venir porque conocí la situación de la que venían”.
“No era la primera vez que me pasaba, también tuve denuncias de maridos celosos. Es lógico, uno trabaja con gente con problemas mentales, problemas existenciales. Cuando la gente no tiene un buen pasar mental, cuando no tiene proyectos ni valores, actúa en consecuencia de eso”, acotó.
Para el riojano, los menores que asistían a sus clases de Kung-Fu y que lo denunciaron por abusar de ellos, fueron engañados. “Fueron empujados por los padres, por una cuestión de dinero. Era lo que más pedían. No hay otra razón”. “Cuando fui a la cárcel estuve en paz conmigo mismo, primero por ser inocente y segundo porque confío en que las cosas van a fluir hacia la verdad”, finalizó sobre el tema.

Viajes al exterior

El mes pasado, el “Maestro Amor” regresó a las tapas de los matutinos por haber salido del país para viajar a Río de Janeiro, aparentemente un día antes de que la Justicia se expida sobre el permiso solicitado. El hecho le valió que la abogada Daniela Gallado, quien representa a un damnificado de la causa, pida la detención de Ocampo por no acatar la decisión judicial de permanecer en el país dada a conocer cuando el acusado ya se encontraba en su destino.
Ante tal situación, el líder de Meditazen, que tiene una sucursal brasilera de su comunidad, se limitó a contestar que si pide permiso, puede viajar al exterior. “Tengo una empresa editorial que se llama RJO, mis iniciales, es donde yo hago todos mis libros, las conferencias y los DVD y CDs, de ahí saco el dinero”, explicó.