Por el fusilamiento de 14 guerrilleros del Ejército Revolucionario del Pueblo
Tras cuatro décadas, empieza el juicio por la Masacre de Capilla del Rosario
Los imputados responderán por homicidio doblemente calificado por alevosía y por ser integrantes de fuerzas de seguridad.
Hoy, pasados 39 años del hecho detonante, iniciará en el Tribunal Oral Federal el debate oral y público por el fusilamiento de 14 guerrilleros de la Compañía de Monte “Ramón Rosa Jiménez” del Partido Revolucionario de los Trabajadores - Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP), hecho acaecido el 12 de agosto de 1974 en inmediaciones de la Capilla del Rosario, en el departamento Fray Mamerto Esquiú.
La causa llega a juicio finalmente tras casi diez años de espera, luego de que en 2004, Mirtha Clérici, Ana Radusky, Jorge Alberto Perea y Guillermo Díaz Martínez elevaran el primer pedido formal a la Justicia Federal para que inicie la investigación, identificando cinco cuerpos enterrados en el Cementerio Municipal de Catamarca que, se presumía en ese momento, eran de los guerrilleros asesinados. Tres años después, en 2007, dos cuerpos exhumados fueron identificados merced al trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense como Rutilio Betancour Roth y Alberto Rosales Sánchez.
En julio de 2011, los presuntos autores de la masacre fueron detenidos e imputados penalmente. Un año después, en agosto de 2012, el juez Federal Ricardo Moreno ratificó la elevación a juicio rechazando la solicitud de la defensa de los imputados, asumida por el abogado Lucio Montero, para declarar inconstitucional la imputación que recae sobre Mario Nakagama, Carlos Eduardo del Valle Carrizo Salvadores y Jorge Exequiel Acosta y remitió al Tribunal Oral Federal todos los cuerpos de la causa para que se fijara fecha de inicio del debate. La investigación en sí había sido concluida por el fiscal federal Santos Reinoso en julio del mismo año.
La imputación a la que arribaron los investigadores y por la cual tendrán que responder los tres acusados es homicidio doblemente calificado por alevosía y por ser cometido como integrante de una fuerza de seguridad. El tribunal que juzgará a los tres imputados está compuesto por los magistrados Juan Carlos Reynaga, Gabriel Eduardo Casas y Carlos Enrique Jiménez Montilla.
La Masacre
La ejecución de la maniobra del ERP para tomar el 17º Regimiento de Infantería Aerotransportada de Catamarca que derivaría en el enfrentamiento armado y posterior fusilamiento por parte de efectivos del Ejército Argentino, había sido ideada en conjunto y simultáneo con un ataque a la Fábrica Militar de Pólvora y Explosivos, ubicada en la localidad cordobesa de Villa María.
Según archivos históricos recopilados en diferentes obras -entre ellas “Presas y presos políticos desde Trelew a la dictadura” de Santiago Garaño y Werner Pertot, y “Todo o Nada”, de María Seoane- la Companía de Monte “Ramón Rosa Jiménez” llegó a Catamarca el 9 de agosto de 1974 en un colectivo a Banda de Varela y desde allí los líderes del grupo -entre ellos Hugo Irurzún, conocido como “Capitán Santiago”- se comunicaron con contactos locales. En la madrugada del día 11, un ciclista vio a los guerrilleros preparándose para el asalto y dio aviso a la Policía, al mando general del teniente Coronel Anello. Minutos después llegaron al lugar efectivos policiales y entablaron un tiroteo que arrojó un saldo de varios policías heridos, un guerrillero gravemente herido -Rutilio Betancour Roth- y dos más fallecidos. Al día siguiente, conocida la posición del ERP, los altos mandos ordenaron la retirada pero un grupo mayoritario no logró escapar.
El día 11 fue apresado otro grupo de guerrilleros tras una búsqueda realizada por la policía. La mayoría de los sobrevivientes, ahora en retirada, ya estaba a escasos kilómetros de la Capilla del Rosario. Cinco guerrilleros más fueron apresados en una incursión de reconocimiento. El día 12, Anello pidió ayuda al Ejército para reducir a los sobrevivientes luego de un infructuoso intento para rodearlos.
Las fuerzas armadas llegaron con 60 efectivos y 4 aeronaves y bombardearon a fuego de mortero la posición de los guerrilleros. Tras quedarse sin munición, los sobrevivientes se rindieron. La versión oficial informó que murieron durante el combate. La historia reveló que habían sido golpeados y fusilados.