Histórico juicio

Capilla del Rosario: más testigos comprometen a Carrizo Salvadores

Prestó su testimonio el periodista Luis Mercado, quien escuchó cómo delegaban en el imputado la responsabilidad del operativo.
lunes, 17 de junio de 2013 00:00
lunes, 17 de junio de 2013 00:00

En horas de la mañana de ayer, tuvo lugar en la Cámara Federal en lo Penal de Catamarca, una nueva audiencia por la “Masacre de Capilla del Rosario”, como se denominan los hechos que concluyeron con un grupo de 16 personas fusiladas a manos del Ejército Argentino en agosto de 1974. Uno de los testimonios compromete la situación de Carrizo Salvadores, quien fue señalado, otra vez, como quien estaba al frente del operativo y era quien daba las órdenes.
El primero en declararfue Eduardo Aroca, quien al momento de los sangrientos sucesos era un adolescente, pero mantenía una estrecha relación con José Nieto, un fotógrafo que desempeñaba sus funciones en diario La Unión y que viajó hasta el lugar de la matanza, pudiendo registrar algunas de las desgarradoras imágenes que documentan el operativo que se llevó a cabo por parte de las fuerzas del Ejército en esa jornada.
Aroca explicó a lo largo de su relato que Nieto, por temor a represalias o que, simplemente, desapareciera las fotografías que pudo tomar en esa oportunidad, las escondió por muchos años y se las entregó a Aroca, “porque ese día yo había querido ir, y como era peligroso, no me dejó, y porque yo iba a saber qué hacer con ellas”.
En las imágenes se pudo observar cómo eran trasladados los cuerpos de los integrantes del ERP, luego de haber sido abatidos.
Aroca explicó que indagó pormenorizadamente sobre las imágenes desde que las tuvo en su poder y gracias a ello hizo una cronología de los sucesos, detallando que en una de las imágenes (foto) se puede observar un impacto de bala a la altura de la axila, lo que indica que la víctima estaba con los brazos en alto en señal de rendición al recibir el impacto.

Mercado

A su vez, otro testigo que se presentó en la cuarta jornada del juicio fue el periodista Luis Guillermo Mercado, quien escribía para La Unión y era corresponsal de Clarín de Buenos Aires. El cronista habló de la coyuntura social de la época, explicando que sucesos de este calibre eran impensados en la Catamarca de aquellos años.
Asimismo, relató que como parte de su trabajo, fue ese día hasta la vera de la ruta Nº1 para cubrir el desplazamiento de las tropas del Ejército Argentino.
Desde el lugar al que tuvo acceso, pudo observar cómo eran trasladados muchos de los cuerpos de los subversivos, detallando que sostuvo un intercambio de palabras con Carrizo Salvadores, quien le dijo a él y otros miembros de la prensa que no podían permanecer allí y se retiren hacia la ruta.
Asimismo, el periodista pudo escuchar minutos después cómo uno de los jefes del Ejército delegaba el operativo directamente al imputado. “Él daba las órdenes”, afirmó el testigo ante las preguntas de las partes. Mercado contó que fue conmocionante presenciar la escena en la que los cuerpos de los jóvenes eran llevados. “Se veían blancos, y estaban todos desangrados”, describió.

Por lectura

Tratándose en el debate de esclarecer hechos ocurridos hace 38 años y 10 meses atrás, algunos de los testigos que en 2004 comprometieron su presencia en el debate, perdieron la vida. Esto, sumado a que otros dos testigos presentaron certificaciones médicas por problemas de salud, hizo que las partes consideren y luego accedan a introducir por lectura los testimonios mencionados.
Fue así que por Secretaría del Tribunal, se dio lectura a las declaraciones. Entre ellas, un valioso testimonio en el marco de la causa por lesa humanidad, pero que fue introducido por lectura en el debate, fue el de José Martín Barrionuevo, quien formaba parte de las filas del Ejército, y también estuvo presente en el lugar de los hechos, y fue, precisamente, el encargado de revisar cada uno de los cuerpos sin vida de los jóvenes del ERP.
Es así que describió a través de su relato que los jóvenes estaban vestidos de civil y por encima tenían uniformes militares, y fueron muy escasas las armas que encontró en poder de los subversivos. Algunos de ellos llevaban encima apenas un cortaplumas.

Comentarios

Otras Noticias