Efectivos de la Policía Federal realizaron una serie de allanamientos en la ciudad Capital durante la jornada de ayer, y en uno en particular lograron dar un importante golpe al narcotráfico, ya que tras haber realizado un procedimiento en la zona norte se logró desbaratar un kiosco de drogas.
El saldo del operativo en cuestión fue de un kilo de marihuana cortada incautada en dos domicilios del barrio 120 Viviendas Cooperativa, en inmediaciones de la intersección de avenida Los Terebintos y avenida Choya. Varias personas quedaron bajo la lupa de los uniformados federales en un primer momento, pero posteriormente fuentes oficiales confirmaron que no hay personas detenidas por este operativo.
El procedimiento en sí contó con la participación de una importante cantidad de efectivos armados que lograron tomar por sorpresa a los presuntos moradores de las dos viviendas en cuestión, quienes, según se estima, trabajaban de manera conjunta para vender estupefacientes en la zona norte.
Ante la mirada de los vecinos del barrio, los efectivos especialistas de la Federal inspeccionaron el lugar tras la primera entrada de los numerarios armados y posteriormente realizaron pruebas de campo para corroborar la naturaleza de las sustancias encontradas.
Según la información confirmada por fuentes policiales, ya se habían realizado operativos similares en el lugar, aunque de manera infructuosa ya que los delincuentes trabajaban con una operatoria destinada a evadir esta clase de procedimientos.
El “engaño” consistía en vender las dosis menores de marihuana -se estima que sin superar los 50 gramos de sustancia- desde uno de los domicilios escondiendo el resto de la droga en otro. De esta manera se intentaba confundir a los pesquisas sobre el verdadero posicionamiento del kiosco de estupefacientes. Sin embargo, los investigadores lograron desbaratar la forma operativa y allanaron los dos domicilios. En uno de ellos, como era de esperarse, encontraron dosis de escasa cuantía de marihuana, mientras que en el otro encontraron la mayor parte del “cargamento” ilegal.
Además, según la información que trascendió, los delincuentes que llevaban adelante el negocio lograban pasar “desapercibidos” valiéndose de varios menores de edad, quienes tenían en su poder las dosis de marihuana a la hora de la venta.

Menores

Los “dueños del kiosco” dejaban en posesión de menores de edad las dosis de droga para vender, tratando de evitar de esta manera ser atrapados por los policías.