Un par de días atrás fue elevada a juicio una causa por abusos sexuales en Andalgalá de un padrastro contra una joven que hoy tiene 22 años, pero al momento del delito tenía apenas 9. Pese a que transcurrieron muchos años desde aquel hecho, la “ley Piazza” impidió que la causa prescribiera.
Tal como había sido descripto anteriormente en las páginas de este matutino, la víctima principal del hecho se animó a contar el calvario que vivía recién 4 años después de que su abusador se separó de su madre y se fue a vivir a otro lado. El hecho fue revelado a su progenitora entre lágrimas y ésta, indignada, insistió en que el hecho sea juzgado. Según los dichos de la joven, su padrastro abusó de ella durante 9 años continuos hasta que cumplió la mayoría de edad, fecha en la que el hombre se fue de la casa.
De la denuncia radicada por la joven surgieron varios testimonios valiosos, entre ellos el de su propia hermana, que si bien no fue accedida carnalmente sí fue sometida a manoseos y el hermano del victimario habría intentado sin éxito mantener relaciones con ella.
El pasado miércoles, la fiscal Martha Graciela Nieva perteneciente a la Cuarta Circunscripción Judicial envió la causa para ser tratada ante un tribunal en lo criminal. De todos modos, la defensa del acusado, de apellido Chasampi, presentó una oposición.

Ley Piazza

En 2011, se aprobó un proyecto impulsado por el diseñador Roberto Piazza, quien confesó en un libro autobiográfico haber sido abusado y el Código Penal fue modificado en su artículo 63. La transformación radica en que los tiempos de caducidad comiencen a correr una vez que el abusado cumple la mayoría de edad.