La Unidad Fiscal de Delitos de Investigación Especial tomó nuevos testimonios por el violento crimen cuya víctima fue la psicóloga María Eugenia Rojas, presuntamente a manos del confeso Damián “Bebe” Cano.
Durante la jornada de ayer se tomaron tres nuevos testimonios a dos mujeres y un varón. De acuerdo a lo que se pudo conocer, las primeras aportaron detalles en cuanto a la vida privada de la joven fallecida y dieron algunos nombres que podrían ser citados más adelante.
El tercer testigo, un amigo de Cano, llegó en calidad de detenido, ya que actualmente está siendo procesado por una causa de venta de estupefacientes. Este joven habría sido la última persona que estuvo con “Bebe” hasta momentos antes del asesinato.
En este sentido, el detenido relató a los investigadores que estuvo con Cano desde la noche del 28 hasta la madrugada del 29 de enero. El testigo se juntó con “Bebe” y se dirigieron juntos hacia la localidad ambateña de El Rodeo, donde se separaron para realizar distintos cobros de dinero. Un par de horas después, se reunieron nuevamente y volvieron hacia esta capital, aproximadamente a las 23.
Los jóvenes luego cenaron en un bar que les quedó de paso y finalmente cerca de la 1 de la madrugada, Cano le pidió al muchacho que lo lleve a su domicilio, a lo cual accedió.

Comportamiento extraño

De acuerdo a lo que habría manifestado este testigo, si bien jamás esperó que ocurra lo que pasó después, dos cuestiones le parecieron extrañas en cuanto al comportamiento de su amigo. La primera observación data en que por lo general cuando ambos se juntaban, solían quedarse hasta altas horas de la madrugada. Con posterioridad al crimen, el testigo indicó que le perdió el rastro a Cano por un lapso de diez o quince días, en los que no pudo localizarlo ni comunicarse con él.
Sobre María Eugenia, dijo que compartían grupo de amigos y que la había conocido a través de Cano.

ADN

Días atrás llegaron al despacho de los fiscales que instruyen la causa, Marcelo Sago y Miguel Mauvecín, los cotejos de ADN recabados en el departamento de María Eugenia con las huellas de Cano. Dichos resultados corroboraron la presencia del mismo en el lugar.
Los investigadores aún aguardan por el desbloqueo del celular de la víctima, lo cual traería nuevas pistas para dilucidar el hecho.
Cabe destacar que Cano confesó haber matado a la psicóloga en el marco de una indagatoria por la muerte de Susana Aguilar, de la cual también se responsabilizó. Entre un hecho y el otro transcurrió un lapso de dos meses.
La semana que viene continuarán los testimonios.

No se conocían

El testigo señaló que tanto él, como Cano y Rojas eran del mismo grupo de amigos. Por otra parte, manifestó que no conocía al otro sospechoso de la causa, Mauro Orce.