Juicio por la Masacre de Capilla del Rosario

Testigo aseguró que Nakagama lo amenazó para no decir la verdad

El abogado Julio Marcolli contó su versión de los hechos y detalló el episodio en el que el imputado lo “apretó” para silenciarlo.
lunes, 9 de septiembre de 2013 00:00
lunes, 9 de septiembre de 2013 00:00

En la mañana de ayer, se realizó una nueva audiencia en el juicio por la Masacre de Capilla del Rosario, que contó con la presencia de testigos que reforzaron la versión en la que se indica que los tres imputados estuvieron profundamente involucrados en los fusilamientos de agosto del ‘74.

El abogado

Uno de los testigos principales fue el abogado Julio Marcolli, hijo de un reconocido funcionario de gobierno de aquel entonces, quien, a poco menos de una semana desde que fueran enterrados los cadáveres de los guerrilleros del ERP en el Cementerio Municipal, logró conseguir una autorización del juzgado y de Casa de Gobierno para abrir los ataúdes y examinar por su propia cuenta los cuerpos.
Marcolli detalló en su testimonio que los cuerpos que logró examinar, aunque no en calidad de perito, mostraban, a pesar de su estado de putrefacción, varias heridas de bala en diferentes partes del cuerpo. Posteriormente, habló con las personas detenidas en la Brigada de Investigaciones. No obstante, el punto álgido de su testimonio se dio cuando explicó que el imputado Mario Nakagama estuvo en la necrópolis el mismo día que él y un colega y, tras haberlo llevado hasta un lugar apartado, con ayuda de otras personas de la fuerza policial, lo amenazó y lo amedrentó para que no contara nada de los detalles que conocía o de los cuerpos que había visto previamente.
En ese momento, según el relato de Marcolli, su acompañante le dijo a Nakagama y a los otros efectivos que el joven abogado era hijo de un funcionario de gobierno renombrado y que, teniendo en cuenta esa circunstancia, no le hicieran daño. Este testimonio fue valorado por el abogado querellante Leonardo Berber, quien explicó, en diálogo con este medio, que las palabras de Marcolli sindican directamente a Nakagama en calidad, como mínimo, de partícipe de los hechos de Capilla del Rosario.

El médico

Por otro lado, Héctor Vázquez -médico oficial de la Policía de la provincia, al momento de los fusilamientos- aseguró que estuvo en cercanías del lugar de la batalla y posterior masacre, tras haber sido encomendado a asistir a varios policías que tenían heridas, como producto del combate previo. Además, el facultativo también detalló que estuvo presente en el Cementerio Municipal tiempo después y se le encargó, de modo directo, que realizara el reconocimiento de los cadáveres que fueron llevados allí en un primer momento.
En este sentido, Vázquez aseguró que pudo observar que los cuerpos de los guerrilleros exhibían heridas producto de descargas de armas de fuego en axilas, espalda, cabeza; e incluso explicó que, de los cadáveres examinados, varios mostraban múltiples disparos.

El gobernador

Otro de los testimonios de renombre fue el del exgobernador de la provincia, Hugo Mott, quien deslindó responsabilidades en los hechos de Capilla del Rosario, asegurando que, al momento de los fusilamientos, él se encontraba en Buenos Aires, reunido con el ministro del Interior. En este sentido, señaló que quien estaba a cargo de la provincia era el viegobernador Antonio Saadi y el ministro Alberto del Valle Toro.
En su testimonio, interpelado por los abogados querellantes, el exgobernador aseguró que, tras conocer el hecho, temió que todo el ERP tomara la provincia.

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