Además declararon otros tres testigos, entre los que estaba un sumariante que participó de la inspección en el campo de Cancino, uno de los denunciantes que resistió 16 días un desalojo pedido por el fiscal acusado. 

La medida fue adoptada por el tribunal luego de que el fiscal Gustavo Bergesio lo hiciera expreso a raíz de las diferencias en los testimonios que dieron detalles respecto de las distancias desde la puerta de ingreso hasta la oficina de Mazzucco. 

Las dudas surgieron a raíz de los detalles expuestos en el relato del testigo Varas, quien dio precisiones sobre las distancias que hay hasta la oficina, que fue donde habría entregado el dinero en una caja al fiscal acusado, en la que incluía el supuesto pago de una coima para él y para su secretario Dante Coronel. 

También sumariantes se refirieron a las mismas cuestiones, aunque con apreciaciones muy dispares. 

El punto coincidente de los relatos fue que las oficinas de Mazzucco y Figueroa están conectadas por puertas internas al pasillo que transita el público en general en la Corte. 

Según los testimonios de Varas -policía retirado-, desde el ingreso a fiscalía había cerca de 20 metros, casi lo que fue informado por Secretaría con exactitud, 17 metros. 

Cabe destacar que la inspección ocular no se desarrolló de forma normal, ya que el tribunal que deberá impartir justicia no acudió, hecho que es común o al menos en la mayoría de los integrantes del tribunal en materia penal que acuden al lugar de los hechos, puesto que son quienes deben aclarar las cuestiones que se prestan a confusión.

No obstante, la secretaria del Jury, junto a un integrante de la Corte de Justicia, recorrió las instalaciones y tomó las medidas con el contralor de la defensa.

Por su parte, también se verificaron detalles acerca de las cámaras de seguridad, que también fueron nombradas por los testigos Ovejero y Varas, en especial de este último, que aludió la existencia de un banco en el que habría contado el dinero que luego le pagó al fiscal Víctor Figueroa (30.000). 

 

Anteriormente en el debate, una vez abierta la jornada de ayer, desde la defensa se hizo verbal la denuncia presentada por el fiscal Roberto Mazzucco en contra de su par Ezequiel Walther, quién lo habría difamado y mentido para perjudicarlo. 

Es por esto que desde la defensa se planteó impugnar dicho testimonio, ya que estaría "viciado y orquestado desde la Corte de Justicia”.

Por su parte, el tribunal decidió que la petición no será desestimada, tal y como lo pidió el fiscal, que se opuso inmediatamente, sino que será tenida en cuenta en su oportunidad una vez producidos los alegatos finales de las partes. 

Por otro lado, con respecto al testimonio del sumariante Marcelo Javier Monasterio Bordón, quien realizó la inspección en el campo de Cancino, dijo que recibió malos tratos por partes del "dueño” de casa.

 

Además, señaló que el campo estaba en mal estado en comparación con otro que lo colindaba. 

Finalmente el testigo reconoció que otro colega, de apellido Bernárdez, "dijo que estaba de mal humor, que no se podía aguantar la mala onda que había entre Walther y Mazzucco”. 

 

En el marco del debate político en contra del fiscal Roberto Mazzucco, desfilaron varios testimonios contradictorios, es por eso que desde el ministerio Público Fiscal se insistió en el testimonio de Pedro Gómez, alias "Perico”, quien habría participado, según los dichos del testigo Ovejero, durante la entrega de dinero al fiscal Mazzucco. 

Cabe recordar que en la jornada del martes se intentó ubicar a Gómez, quien aseguró que no pudo comparecer en la jornada de ayer a declarar en el jury, por lo que insistieron en su comparecencia y se comprometió para mañana. 

El testigo Ovejero dijo que el fiscal Roberto Mazzucco le pidió 20 mil pesos para recuperar una suma superior a los 530 mil pesos, que le habrían robado de su casa.

Esto lo habría hecho en presencia de Eduardo "Gallego” Romero, quien en su declaración negó toda vinculación con el hecho y expresó que su relación con el fiscal sólo se dio porque intervino en una causa en la que fue apuñalado. 

Todo lo ocurrido habría sucedido en presencia de un testigo que surgió en el debate -Pedro Gómez-, quien habría acudido a la oficina de Mazzucco y presenciado la entrega del dinero en efectivo. 

Es por ello que, sobre este testimonio, para mañana se guardan muchas expectativas de ambas partes. 

A su vez, Mario Rufo Varas señaló que le pagó a Mazzucco 50 mil pesos para poder librar una orden de desalojo a Cancino, a quien calificó de "atorrante”.

Cancino, por su parte, dijo que iba a ser desalojado con documentos apócrifos de un campo que le pertenecía a su familia.

Por su parte, el testigo Vicente Roberto Ares, quien ayudó a Cancino a resistir el desalojo reconoció que él fue quien se encargó de buscar a las personas que declararon antes y de llevarlos a la Corte para realizar la denuncia.