Ayer a la mañana fue indagado el policía de apellido Perea, acusado de asaltar junto a otro sujeto la distribuidora Quilmes para llevarse más de un millón de pesos. El efectivo policial se mantuvo en silencio por consejo de su abogado, Roberto Mazzucco.
Este último, en declaraciones a Airevisión, manifestó que “se le endilga el delito de ‘robo calificado por el uso de arma’ agravado por ser miembro de la fuerza policial’. Hay una serie de pruebas indirectas que utiliza el fiscal para decidir la imputación, que son, específicamente, dos testimonios de gente que escuchó a terceros hacer comentarios sobre el hecho, lo que al fiscal le alcanza para mantener la imputación y la detención de mi defendido, pero creo que no hay pruebas de peso para acreditar que él haya cometido el hecho. Como ya sabemos, ayer (por el jueves) se llevó a cabo el reconocimiento con una de las víctimas, que dio resultados negativos. Incluso, una de las personas que se encontraba en el momento del hecho es tío de mi asistido y en ningún momento lo reconoció como uno de los sujetos que ingresó al lugar, ni por la voz ni por la fisonomía. Así que tenemos elementos que nos favorecen, además de que mi defendido sostiene su inocencia”