Un joven de 22 años que el  domingo último denunció haber sido víctima de un secuestro a mano armada, se quebró y confesó que el hecho no había ocurrido, y que inventó esa historia porque los padres de su expareja no le dejan ver a sus hijos y quería llamar su atención. Podría ser imputado por “falsa denuncia”.
El joven había asegurado que desconocidos a bordo de una camioneta Toyota lo abordaron cuando salía de bailar de Joy y lo obligaron a subir al vehículo amenazándolo con una arma.
La policía inició una investigación a raíz de la grave denuncia, pero al observar las cámaras de seguridad de la zona, se dieron con que ninguno de los datos brindados por el denunciante coincidían con la realidad.
Al convocarlo a declarar nuevamente, el individuo confesó y terminó reconociendo que está desesperado por su situación familiar y realizó la exposición por esos motivos.
La policía llevó al sujeto a presentar un comparendo contando la verdad y el fiscal en turno analiza si lo imputará por la mentira.