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El efecto Thelma Fardín explotó en Catamarca y alcanzó a un sacerdote
La denuncia pública de la actriz contra Juan Darthés tuvo un masivo inesperado efecto en la provincia.La denuncia efectuada públicamente el martes por la actriz Thelma Fardín, fue el disparador de una masiva reacción en Catamarca, donde las redes sociales se inundaron de denuncias y escraches por parte de jóvenes y mujeres que se inspiraron en la valentía de la actriz para exponer graves situaciones de abuso. Desde tocamientos indeseados hasta violaciones cometidas por una o más personas y hechos de extrema violencia fueron expuestos en la cuenta de Twitter @machitoscta “Mirá como nos pusiste”.
Además, en la red social Facebook, también surgieron crudos relatos de mujeres de todas las edades que contaron sus historias bajo esta consigna, aunque, sin duda, la que más llamó la atención, fue la realizada por una joven que relató que fue abusada sexualmente por el cura Moisés Pachado cuando tenía apenas nueve años.
Según los administradores de la cuenta de Twitter, desde que habilitaron el perfil, el martes a la noche, han recibido cerca de 800 denuncias de personas, por lo que no dan abasto para subir cada una de las aterradoras historias que les llegaron como resultado de este fenómeno social, la mayoría de ellas, expuestas por mujeres que fueron víctimas de hechos de violencia sexual, verbal, física y mediática por parte de distintos sujetos, y algunas de las denuncias coinciden en la modalidad de acoso que habría sido usado por los victimarios.
Por tratarse de denuncias públicas que no cuentan, por el momento, de denuncias penales realizadas formalmente en casi todos los casos, no mencionamos los nombres de los acusados.
“Me mandaba mensajes asquerosos que me producían náuseas, me mandaba fotos de su miembro y me quería ofrecer una sesión a cambio de sexo”, dijo una chica con respecto a un fotógrafo que hasta la habría extorsionado asegurándole que no subiría las imágenes de su acto de entrega de buzos.
Otra denuncia expresa: “me encerró en su habitación, y me ató de manos, me tiró al piso, me puso contra la pared y empezó a pegarme cada vez más fuerte con un cinto hasta el punto de dejarme marcas. Otra vez, al igual que tantas, me obligó a que le practique sexo oral”.
“Me terminó garchando cuando le pedí mil veces que no y se cagaba de risa. No sé si usó forro”, expresa otra denuncia.
“Obligaba a una chica a que le practicara sexo oral con la excusa que la mina tenía la boca grande. Cuando se negó, la dejó sola en El Jumeal”.