Una niña de cuatro años estuvo en serio riesgo de perser la vida tras ser mordida por una víbora yarará. El hecho ocurrió en Ancasti, y salvó su vida gracias a una rápida intervención médica.
La niña, oriunda de La Estancita, distrito ubicado a unos 10 kilómetros del hospital de Ancasti, llegó a las 5 de la mañana de ayer acompañada por su madre, quien relató a los profesionales del Hospital de Ancasti, que había sido atacada por la serpiente cuando se encontraba en el interior de su vivienda en momentos en que se levantó para dirigirse al baño.
Según informó la directora del hospital y médica que la asistió, Betina Penise, la nena llegó con los signos vitales alterados por lo que inmediatamente fue asistida por ella y un enfermero. Se observaron las lesiones en los dedos de las manos, se la hidrató por vía intravenosa y se le colocaron antihistamínicos, corticoides y antídotos requeridos.
Luego de haberla estabilizado, la médica decidió derivarla al hospital de Niños Eva Perón por lo que fue trasladada en la ambulancia y la menor llegó en buen estado de salud a la ciudad Capital. Al llegar los facultativos del “Eva Perón”, destacaron la asistencia que había recibido la menor.