El "carril legal" de la "Ruta de la Efedrina"

Cómo operaba la Droguería Libertad y su rol en el doble crimen de Icaño

TN.com.ar cruzó datos de varios expedientes, entre ellos el Triple Crimen de General Rodríguez, un doble asesinato en Icaño y la pista de los Barakat, para reconstruir la actividad de uno de los mayores importadores de precursores del país.
viernes, 17 de agosto de 2018 16:15
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Fue la droguería que importó el 37% de la efedrina que entre 2004 y 2008 terminó en poder de narcotraficantes investigados a partir del Triple Crimen de General Rodríguez. En esa época también vendió kilos y kilos de sustancias de estiramiento, como lidocaína, cafeína y dipirona, que fueron descubiertas en el baño de una casa que en 2010 fue escenario de un doble asesinato en Icaño. Solo a partir del primer hecho el Estado endureció los controles a los comercializadores de estos elementos que ya eran regulados.

 

Se trata de Droguería Libertad, una de las más importantes del país, presidida por Pablo Varas. El farmacéutico fue investigado por primera vez cuando, por orden del exjuez federal Federico Faggionatto Márquez, los policías allanaron el 17 de julio de 2008 un "laboratorio" de metanfetaminas en Ingeniero Maschwitz: parte de la efedrina allí usada había sido importada por su empresa. Tras casi diez años de idas y vueltas en juzgados federales fue sobreseído.

El "laboratorio" en Ingeniero Maschwitz.

El "laboratorio" en Ingeniero Maschwitz.

Libertad acordó con Carlos Edelmiro González, de Proinfa, que actuara como intermediario para venderle efedrina a Mario Raúl Ribet, de Distribuidora del Sol, que a su vez la revendió a Mario Segovia, socio de Juan Jesús Martínez Espinoza, mexicano responsable de la quinta de Maschwitz, con contactos con Sebastián Forza, una de las tres víctimas del Triple Crimen de General Rodríguez.

Varas también le suministró sustancias de estiramiento a los hasta entonces desconocidos hermanos Barakat, que terminaron en manos del narcotraficante Exeni.

 

Doble crimen de Icaño

El viernes 10 de diciembre de 2010, en la pequeña localidad catamarqueña de Icaño, Mario Alberto Córdoba asesinó de un disparo en la cabeza a Hiladia Vallejos y de varias cuchilladas en el cuello a Ángel Chame. La mujer era la mamá de Elías Exeni. Uno de los investigadores le confió a TN.com.ar que el hecho "habría sido un ajuste de cuentas narco porque Exeni le habría mexicaneado U$S 600.000 a algunos colombianos".

Al día siguiente, los policías regresaron a la escena del crimen para realizar una inspección papiloscópica, pero antes, en un espacio destinado para un baño privado, que no tenía puerta ni inodoro, encontraron una "cocina": botellas con acetona, éter sulfúrico, ácido clorhídrico, amoníaco en solución, pearlitol mannitol, dipirona y un cuñete de 25 kilos de lidocaína. Y una bolsa de nylon con 289,3 gramos de cocaína.

La casa del doble crimen de Icaño. Gentileza: El Ancasti de Catamarca.

La casa del doble crimen de Icaño.

En una habitación contigua había más sustancias de estiramiento: 54 botellas con éter sulfúrico; 25 envases con acetona; 4 unidades con ácido clorhídrico; y uno con líquido inodoro transparente, es decir, 84 recipientes con elementos, aunque comprados a otros laboratorios.

La Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) revisó en 2016 la trazabilidad de las mismas en el Registro Nacional de Precursores Químicos (RNPQ) y llegó a uno de los vendedores: Droguería Libertad. La farmacéutica se las vendió en 2006 a José Luis García Coronado, empresario de Salvador Mazza, que compartía domicilio con Barakat Barakat y Fadel Barakat, a 290 metros de la frontera con Bolivia.

Parte de la dipirona, importada por Droguería Libertad, en la "cocina" de Icaño.

Parte de la dipirona, importada por Droguería Libertad, en la "cocina" de Icaño.

Los investigadores, entonces, apuntaron a los hermanos Barakat, que tenían otro domicilio en Tartagal, también de Salta, bajando por la Ruta Nacional 34. Droguería Libertad les envió allí 80 kilos de lidocaína y 31 kilos de cafeína, es decir, 111 kilos de adulterantes de clorhidrato de cocaína.

En un tercer allanamiento hallaron 79.150 kilos de bicarbonato de sodio en 3.166 bolsas de 25 kilos cada. Y en un cuarto operativo, 6.370 kilos más en 318.500 sobrecitos de 20 gramos cada una. Esta sustancia se la compraron a otro proveedor. Los Barakat fueron detenidos, procesados y embargados. Exeni, dueño de la "cocina" de Icaño, se dio a la fuga, pero caería tiempo después en Buenos Aires.

 

Triple Crimen de General Rodríguez

Entre el 7 y el 13 de agosto de 2008, hace ya diez años, Martín y Cristian Lanatta y Víctor y Marcelo Schillaci secuestraron, torturaron y asesinaron a Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina. El triple crimen dejó al descubierto la disputa por un gran negocio, la comercialización de efedrina, hasta ese momento muy poco controlado.

Ibar Esteban Pérez Corradi, asociado con Lanatta en Elvesta Argentina SA, y Forza competían entre sí para venderle ese precursor químico a Martínez Espinoza. En el "laboratorio" que el mexicano instaló en Ingeniero Maschwitz, los investigadores encontraron parte del lote n° 197.107. Esa efedrina la había adquirido González para revendérsela a Ribet.

Las víctimas del triple crimen: Bina, Forza y Ferrón.

Las víctimas del triple crimen: Bina, Forza y Ferrón.

González solo fue un intermediario entre Libertad y Ribet. La jueza federal María Servini descubrió que "de los 47.625 kilos de efedrina importados entre 2004 y 2008, 40.972 kilos fueron desviados a manos de condenados, procesados o denunciados por narcotráfico".

Droguería Libertad importó 15.158 kilos en esos cinco años, es decir, el 37% de lo desviado. A Todofarma le vendió 6.474 kilos; a Famérica, 3.257 kilos; a González, 2.450 kilos; a FASA, 2.332 kilos; a Prefarm, 370 kilos; a Ascona, 275 kilos y a Ribet, 125 kilos. González y Todofarma, a su vez, le revendieron una parte a Segovia, el condenado "Rey de la Efedrina", socio de Martínez Espinoza.

En 2008, incluso, le dio 250 kilos a FASA cuando esta farmacéutica "ya había sido suspendida como operadora de Precursores Químicos por las inconsistencias de sus ventas".

Varas sabía que estaba mal lo que hacía. González, su intermediario, confesó ante los investigadores: "Mi principal proveedor era Droguería Libertad. Juan Tomba (administrador) me contactó en mayo de 2006 para ofrecerme comprar efedrina para vendérsela a una persona allegada a la empresa. Me pidieron anotarme ante el Sedronar. Yo le facturaba a FASA y el dinero en blanco lo depositaba en la cuenta de Libertad. Mi comisión era de 35 a 40 dólares por kilo. Depositaba la plata en Banco Nación, rendía la liquidación de la negra, 20 a 25 dólares, a Marcos, hijo de Pablo Varas, pero de eso no tengo comprobantes. Ribet u otra persona retiraban la mercadería".

 

Contactos en la Casa Rosada

El 7 de junio de 2005, Droguería Libertad realizó el pedido 666/05 para importar 500 kilos de efedrina. Al día siguiente, Miguel Ángel Zacarías, exsecretario privado de José Ramón Granero, extitular de la Sedronar, recibió dos llamados de dos líneas del PAMI. En la obra social de los jubilados trabajaba su hermano, Máximo Rito. El 21 de junio, la farmacéutica retiró los certificados. Al día siguiente, Zacarías, de la Sedronar, recibió tres llamados de Casa Militar y uno de Presidencia de la Nación. En la Secretaría de Ceremonial y Protocolo de Presidencia trabajan sus otros dos hermanos, Rubén y Luis.

Los pedidos de importación, retiros de certificados y cruces de llamadas entre Varas, Zacarías, Sedronar, PAMI, Casa Militar y Presidencia continuaron hasta 2008, según los expedientes 823/05 (500 kilos), 922/05 (500 kilos), 1116/05, 1429/05 (500 kilos), 741/06, 1397/06 (1.000 kilos), 1873/06, 2145/06, 310/07 (1.000 kilos), 823/07 (1.000 kilos), 1836/07 (1.000 kilos), 2403/07 y 456/08.

El 20 de mayo de 2008, según declararon tres testigos, Máximo llegó apurado al Registro Nacional de Precursores Químicos. Allí lo recibió Pedro Lucas Paradelo, exfuncionario del área, al que le dijo que necesitaba un "certificado para una tonelada de efedrina" para esa noche a nombre de González. Máximo, incluso, le ofreció plata a Paradelo para que habilitara el pedido porque González no estaba registrado como importador ante el RNPQ. Varas negó todo, pero González, finalmente, se convirtió en intermediario entre Droguería Libertad y Ribet.

La jueza Servini procesó en 2015 a dos de los hermanos Zacarías, Máximo y Miguel Ángel, y a Paradelo, los embargó por $ 2 millones a cada uno y profundizó la investigación sobre los otros dos Zacarías, Rubén y Luis, que trabajaban en la Casa Rosada.

 

Droguería Libertad

El Triple Crimen de General Rodríguez provocó un infinidad de expedientes en juzgados federales. Martínez Espinoza, dueño del "laboratorio" en Ingeniero Maschwitz, fue condenado a 14 años de prisión. Segovia, su socio, a 16 años de prisión. Ribet, uno de sus proveedores, a 4 años y 3 meses. Ascona, a 4 años. Los dueños de FASA, también sentenciados. González y Pérez Corradi están procesados.

El Doble Crimen de Icaño también generó varias investigaciones. Córdoba, el asesino, fue condenado a cadena perpetua. Exeni, el dueño de la "cocina", cayó el 23 de enero de este año en el Olivos Golf Club. Los Barakat, los proveedores, esperan el juicio. La Procunar busca determinar si estos hermanos sirios son familiares de los Barakat de la Triple Frontera también investigados por narcotráfico. Tienen un dato alentador: la mayoría nació en Homs, tercera ciudad más poblada de Siria, destruida por la guerra civil.

Barakat Barakat, cliente de Droguería Libertad, procesado por narcotráfico.

Barakat Barakat, cliente de Droguería Libertad, procesado por narcotráfico.

Varas, sin embargo, zafó. En la "Ruta de la Efedrina" primero fue procesado en el juzgado de Campana por haberle vendido 2.450 kilos a González, pero luego fue sobreseído porque para la cámara no hubo delito. La jueza Servini pidió seguir investigándolo por los otros 12.708 kilos que terminaron en manos de condenados, procesados o denunciados, pero la Sala I de la Cámara Federal, integrada en ese entonces por Eduardo Freiler, Eduardo Farah y Jorge Ballesteros, consideró que sería juzgarlo dos veces por el mismo hecho. Por la pista de los Barakat nunca fue imputado.

Así, diez años después del descubrimiento del "laboratorio" de Ingeniero Maschwitz y ocho años de la "cocina" de Icaño, Droguería Libertad continúa operando en el mercado de sustancias controladas.

 

 

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