Los hermanos Ponce fueron condenados ayer a penas de prisión de cumplimiento efectivo por quitarle la vida a Gastón Castro (19), quien ingresó a robar a su vivienda el 18 de abril del año pasado.

Mientras que para Gabriel Ponce los jueces determinaron una condena de 3 años de prisión al encontrarlo culpable como coautor del delito “homicidio preterintencional”, Ángel, a su vez, fue sentenciado a cumplir 2 años y 10 meses de prisión, también de manera efectiva.

Como parte del veredicto emitido en horas del mediodía de ayer por la Cámara Penal Nº2, firmada por los jueces Rodolfo Bustamante, Luis Guillamondegui y Jorge Álvarez Morales, también se dispuso que los hermanos, que llegaron a juicio en libertad, sean inmediatamente detenidos y trasladados al Servicio Penitenciario de Miraflores, donde purgarán las respectivas penas, lo cual se concretó al término de la audiencia.

El cierre del debate oral y público se dio en el marco de un dispositivo de seguridad casi inaudito, teniendo en cuenta los incidentes que se vivieron en las audiencias de la semana pasada, cuando se registraron agresiones entre las familias de los involucrados. 

Días de cárcel 

 El abogado defensor de los jóvenes, Fernando Contreras, expresó, tras esto, que “era lo previsible, aunque teníamos la esperanza de que la condena sea en suspenso por la naturaleza y características del hecho, pero esta era una de las posibilidades. Como auxiliar de la Justicia soy muy respetuoso de la institución y consecuentemente, esperaremos los fundamentos”.
Sobre la posibilidad de presentar una apelación a la sentencia, el defensor indicó que “no sería necesario, ya que tanto Ángel como Gabriel purgaron gran parte de la pena y de acuerdo a las disposiciones del Código Penal, en poco tiempo estarían en condiciones de recuperar la libertad. Ellos tienen 7 meses y 20 días de detención y cumpliendo la totalidad de 8 meses, ya estarían en condiciones de solicitar la libertad”. 
“Yo dejé a criterio del tribunal el monto de la pena, porque no deja de ser un hecho grave, ya que una persona perdió la vida, pero tomando en cuenta las circunstancias, esto debe sentar un precedente. No es un caso de justicia por mano propia ni de venganza, sino que habiendo sido víctimas de un delito, ellos cometieron otro”, consideró el letrado. 

Robo y muerte

Gabriel y Ángel Ponce, de 20 y 25 años respectivamente, dormían en su casa ubicada en el barrio San Jorge  el día de los hechos cuando gritos de su hermana los despertaron. La joven les advertía que un grupo de personas, entre los que se encontraba Castro, había ingresado a su propiedad y sustraían elementos de los automóviles que tenían estacionados al frente.
Los hermanos salieron a buscar en moto a los ladrones, Gabriel, provisto de un rifle de aire comprimido. Tras una persecución de varias cuadras, lograron darle alcance al joven, a quien le dispararon impactándolo en la zona de la axila derecha, con lo que cayó al piso, donde también le habrían pegado.
Los jóvenes lo cargaron y lo volvieron a trasladar a su inmueble, donde falleció algunos minutos después.