El abogado Roberto Mazzucco, que representa a dos de los tres policías imputados por la policía de Recreo por dispararle a un niño oriundo de Frías en el marco de una persecución, manifestó que “hay varias irregularidades en las actuaciones” que se llevan a cabo para esclarecer el hecho.
Entre las disposiciones emanadas por la fiscalía de Sexta Circunscripción Judicial, “la fiscal fue el martes último sola en un remís y procedió al secuestro de todas las armas de la comisaría, dejando sin armas a los efectivos policiales”, indicó, agregando que “no se les hicieron los ‘dermotest’ a los policías luego del hecho, tampoco se secuestraron las motos que tomaron parte de la persecución -una de ellas era la que presuntamente estaba siendo robada- y no se hizo la inspección ocular a la camioneta de la policía, cuando se presume que habría rozado con una de las motocicletas”.
Mazzucco, que representa a los efectivos de apellidos Bazán y Garello Rosales, indicó además que el tercer policía imputado, de apellido Ramos, reconoció que en el marco de la persecución policial había hecho disparos con la ithaca reglamentaria, pero sus defendidos solamente tomaron parte del procedimiento -uno de ellos en calidad de chofer- y pese a esto, “a los tres se les imputó el mismo delito:  ‘lesiones graves’”.
El letrado, asimismo, manifestó que para efectuar las pericias correspondientes se tendría que haber pedido asistencia a Gendarmería, que posee un destacamento en la zona, pero esto tampoco se hizo.
“Por el momento se desconoce si las balas que hirieron al menor de edad provinieron de las armas policiales o de una que pertenecería a los jóvenes perseguidos, ya que varios días después, los vecinos encontraron un arma calibre 22 que estaría vinculada al hecho y la entregaron a la policía”.
Cabe recordar que el pasado 17 de agosto un grupo de jovencitos de 18, 17, 15 y 12 años habrían sustraído una motocicleta en la ciudad de Recreo y mientras huían, presuntamente con destino a Quirós, fueron perseguidos por policías de la comisaría de Recreo y Esquiú. 
Durante el procedimiento, los efectivos dieron la voz de alto en varias ocasiones, por lo que habrían disparado balas al aire para disuadir a los supuestos delincuentes.
Al concluir el operativo, el niño de 12 años debió ser internado de urgencia en el hospital CEPSI de Santiago del Estero, donde permanece en grave estado desde ese día.