Un policía de Investigaciones de 38 años fue asesinado el último domingo por la noche en el departamento mendocino de Godoy Cruz.

La víctima, identificada como Ariel Silvestre Rojas, de 38 años, murió como consecuencia de una herida de arma blanca que recibió en la zona del tórax.

De acuerdo con la primera reconstrucción, el efectivo, quien se encontraba de civil, fue abordado por un sujeto en la intersección de Quijote de la Mancha y Candelaria, en Villa Hipódromo.

Tras el hecho, testigos dieron aviso al 911 para solicitar una ambulancia pero el primero en llegar al lugar fue un taxista. 
El trabajador del volante y otra persona llevaron al efectivo hasta el hospital Lencinas, pero el agente, al ingresar al nosocomio ya se encontraba sin vida. 

Minutos después del hecho, surgió la hipótesis de que la víctima había sufrido un asalto para robarle el arma pero, con el transcurso de las horas, se fueron sumando pruebas que direccionaron la investigación hacia otro móvil. 
Esos indicios, de acuerdo con testigos, sostienen que el efectivo, quien no tenía el arma y se encontraba con una mujer, se juntó con “una o dos personas” y que hubo una discusión por motivos desconocidos que terminó con el trágico final.

Según los voceros, el policía se encontró con su victimario a quien presuntamente conocía y se generó una discusión que terminó con su muerte en la que pudo haber participado un segundo agresor.
Los pesquisas procuraban determinar cual fue el móvil que originó la pelea y, al respecto, una de las hipótesis era si ocurrió en el marco de un problema sentimental.