“Mañana cuando se levanten y tomen sus desayunos, acuérdense de mi nombre, cuando se despidan de un ser querido a quien van a extrañar, recuerden que me negaron ante los suyos y mi familia”.

“Cuando lo injusto les apriete el cuello, piensen en los grilletes que ustedes me pusieron y el día que necesiten de la Justicia, teman porque están en sus manos, cuando los rodee la mentira, recuerden que le dieron la espalda a la verdad”. 

“Cuando esperen un milagro, tengan en cuenta el milagro que no fueron, por cobardes, sepan que cuando froten uno contra otro sus dedos, alguien los escucha, que pasar por alto la verdad también es mentir y cuando necesiten ayuda y los amigos solo los miren sufrir, digan mi nombre y recuerden lo que me hicieron al  negarse a decir la verdad”. 

“Porque la mayoría conoce mi historia y me miran de costado, porque presenciaron hechos y hoy se lavan las manos; así mañana cuando se acerquen a tocar la mía, que comparen el frío de su corazón con el calor de mi mano, digan mi nombre y recuerden que ustedes sabían que solo dejé sin tocar lo que ya estaba arruinado y aún así me señalaron; “tenías que ser tú, le dijeron a la gota que rebalsó el vaso…”. 

“A los que vieron la lanza de la Justicia inclinarse por el peso de la chusma, a los que pretenden arruinarme la vida sólo porque alguien les agrada más, cuando duela en lo profundo de su pecho, recuerden que dispararon contra el mío”. 

“La imputación objetiva, es un regulador normativo del nexo causal el cual no puede valerse de datos subjetivos, en este caso, todos los que están en mi contra, por lo tanto, la doctrina está a mi favor, ya sea por falta de méritos en mi contra, por falta de datos objetivos en mi contra, por no haber testigos presenciales en mi contra, por las pruebas objetivas a mi favor (que son varias) y por el beneficio de la duda”. 

“Aclaro que esto no lo digo solo yo, también lo dice la Doctrina (Roxin-Bacigalupo y Righi)”.
Sepan disculpar mis emociones, pero mi consciencia pide que la Justicia obre racionalmente con las pruebas que hay en la causa”. 

Bruno Matías Vuirli