Luego de un debate por un aberrante hecho de abuso sexual con acceso carnal, el tribunal de la Cámara Penal Nº 3 decidió absolver al acusado, el cual había permanecido siete meses detenido en el Servicio Penitenciario Provincial. Tras el juicio, los magistrados ordenaron la inmediata liberación.

Según informaron fuentes judiciales, el fiscal había decidido no mantener la acusación, ya que en la causa no existirían pruebas suficientes para pedir una condena por el grave hecho con el que el joven de apellido Reynoso de 29 años acudió a juicio.
El hecho habría sucedido a principios de este año y la supuesta víctima era una niña de apenas 12 años, la cual había sido reportada como desaparecida por sus familiares y la policía la habría rescatado de la casa del joven que luego fue acusado de abusarla sexualmente.

La fiscalía de la Sexta Circunscripción Judicial había solicitado la prisión preventiva de Reynoso e imputarlo por el delito de abuso sexual con acceso carnal, a pesar de que los resultados de las pericias habían arrojado que la menor no había sido accedida carnalmente.

Por este motivo, tras permanecer siete meses en prisión, ayer se llevó a cabo el debate en el que el representante del Ministerio Público Fiscal decidió no acusar en virtud de la orfandad probatoria que existía en la causa.

En este sentido, el tribunal de la Cámara Penal Nº 3 ordenó la inmediata libertad del acusado, quien sostuvo que a pesar de que pasó más de 200 días en la cárcel, no guarda rencor hacia la familia de la jovencita que lo acusó.

Por su parte, el abogado defensor de Reynoso, Ariel Salavarría, apuntó directamente contra la fiscal que investigó el hecho, ya que a pesar de que no contaba con las pruebas suficientes decidió imputar por el grave hecho al joven y “arruinar su vida”, ya que sostuvo que por esta causa perdió parte de su juventud, sin contar las cosas que podría haber padecido en el interior de Penal.

Al mismo tiempo, el letrado explicó al medio Catamarca en Cana que según la versión de la defensa, la jovencita se habría ausentado de su hogar un día lluvioso y habría llegado hasta la casa del joven, ahora absuelto, para pedirle abrigo y comida, por lo que el joven, tras asistirla, llamó a la policía para que la fuera a buscarla a su domicilio.

Finalmente, Reynoso contó: “Estuve siete meses de mucho dolor y sufrimiento por las cosas que pasan ahí (en la cárcel), no se lo deseo a nadie”, dijo y añadió: “No tengo rencor con nadie, pero me gustaría que se pongan en mi lugar”.