Filmaba desnudas a sus compañeras de fútbol y le pasaba los videos al DT

martes, 19 de noviembre de 2019 20:53
martes, 19 de noviembre de 2019 20:53

Una joven española, miembro de un equipo de fútbol femenino, filmaba y fotografiaba a sus compañeras desnudas en las duchas. Luego le enviaba por Whatsapp el material a su novio, el entrenador del equipo. Ambos comenzaron a ser juzgados esta semana en una provincia de la Península Ibérica.

La Audiencia Provincial de León (España) juzga durante esta semana  en un juicio a una pareja por corrupción de menores por la grabación y distribución de material de pornografía con mujeres. La Fiscalía solicita penas que oscilan entre los 29 años y 3 meses para el hombre, Pablo M.F., y los 7 años y 5 meses que solicita para la mujer, Andrea F.G,, con residencia en Villablino.

El escándalo, en las sombras durante dos años, se destapó en los últimos días y ha provocado una profunda consternación, ya que nadie en el club podía imaginar que algo así pudiese pasar.

Pablo veía hasta ahora a las jugadoras tres veces por semana entre entrenamientos y partidos. Tiene una buena relación con ellas, pero también tiene almacenadas sus fotos y vídeos desnudas. Era su novia la que le enviaba el material por WhatsApp.

La conmoción por lo sucedido llegó al club de fútbol cuando su presidenta
María del Carmen Pintado se enteró de lo acontecido al finalizar la temporada 2016-2017, en ese mes de julio. Inmediatamente, informó a las niñas y a sus padres, quienes a su juicio "actuaron con mucha comprensión". 

Pablo, el entrenador, junto al grupo de futbolistas del equipo femenino. 

Según el escrito de la acusación pública, los hechos se remontan a octubre de 2016 cuando los dos acusados iniciaron una relación amorosa que surgió fruto de la relación profesional que mantenían en el Grisú, el club de fútbol femenino de Oviedo, en el que ella jugaba y él era segundo entrenador y delegado.

Sin que el equipo ni los directivos tuvieran conocimiento de la relación, el entonces entrenador solicitó a la joven fotos de sus compañeras de equipo en el vestuario, desnudas o con ropa interior, entre las que se encontraba una menor, tal y como declaró la acusada ante la Guardia Civil.

Un año después, Andrea accedió y le envió al acusado imágenes comprometidas de sus hermanas menores, una de ellas con una discapacidad, que grababa mientras las cuidaba en su casa, en Villablino.

Paralelamente, la pareja se contactó con una menor de Guipúzcoa haciéndose pasar por promotores musicales que, con la excusa de grabar un videoclip, la engañaron para lograr imágenes con contenido sexual explícito.

No conforme con ello, el joven, Pablo, incluso intentó mantener relaciones sexuales con la menor, que denunció los hechos ante la Policía Nacional. Fruto de esta denuncia, se abrió una investigación que permitió localizar al acusado, hallando en el registro de su domicilio numeroso material pedófilo destinado para el uso personal, sin que se tenga constancia de que fuese compartido o tuviese como fin el envío a terceros.

Por su parte, el 10 de agosto de 2018, la acusada se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Villabllino, para confesar los hechos y entregar diversas pruebas que son claves para la investigación.

El Ministerio fiscal entiende que los hechos son un delito de captación de menores, posesión de pornografía infantil y vulneración de la intimidad de los que son autores los dos acusados, a lo que se suma un delito de distribución de pornografía infantil que atribuye exclusivamente al hombre, que se enfrenta a 29 años y 3 meses de cárcel.

 

 

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