Como si se tratase de un guión de una película policial, un hombre al que buscaban desde el martes apareció asesinado en la casa de un amigo de la localidad bonaerense de Villa Adelina.

El dueño de la vivienda, ubicada en Boedo al 2300 de dicha localidad del partido de San Isidro, confesó ante la policía haber cometido el crimen tras una discusión, informaron fuentes de la fuerza.

"Aparentemente habían consumido alcohol y drogas hasta que en un momento se desconocieron y uno mató al otro", le dijo a la agencia de noticias Télam un encargado de la investigación.

Fuentes policiales informaron que la búsqueda comenzó tras una denuncia por "averiguación de paradero" a pedido de la madre de la víctima en la comisaría 8va. La mujer, de 65 años, le dijo a los efectivos que su hijo Roberto Ariel Godoy (36), no aparecía desde el martes 26 de noviembre.

Los investigadores establecieron que el hombre había ido a la casa de un amigo, llamado Fernando Aguilera (35). Con este dato, la policía se dirigió a su casa y admitió haber asesinado a Godoy tras una pelea.

Tras un allanamiento de urgencia en el inmueble, el personal encontró el cuerpo de la víctima "en avanzado estado de descomposición", informaron.

El fiscal Gonzalo Acosta, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Especializada en Delitos Conexos a la Trata de Personas y Violencia de Género, quedó a cargo de la búsqueda.

Finalmente Aguilera fue detenido por los efectivos y quedó a disposición del fiscal en una causa recaratulada como "homicidio". El funcionario judicial dispuso que se realice la autopsia para determinar las causas de la muerte.  

Fuente: Télam.