Osvaldo Raffo era del equipo de forenses de la Corte Suprema de Justicia. Participó en la segunda autopsia del cuerpo de María Soledad Morales y terminó teniendo un papel decisivo a la hora del debate por el femicidio.

Esa autopsia fue importante porque, por primera vez, se encontraban señales de cocaína dentro del cuerpo la joven.

La acción civil, es decir los representantes de la familia Morales, se quejaron contra la pericia y dijeron que se trataba de una maniobra de Guillermo Luque para que el caso pasara a la Justicia Federal, donde tendría conocidos que podrían favorecerlo. Todo ese estudio quedó anulado.

Pasado el tiempo se intentó incorporarlo de nuevo al expediente, pero ya había sido desestimado. Es por ello que convocaron a Raffo -entre otros- a declarar en el juicio y a través de la incorporación de peritos como testigos fue que terminaron incorporando los resultados de la autopsia.

Raffo fue el primero en afirmar que a María Soledad la hicieron tomar cocaína contra su voluntad.

“-¿De qué murió María Soledad?

-Murió por un exceso de cocaína.

-¿Que se le dio sin que ella aceptara, violentamente?

-Claro porque la cantidad que se encuentra en este caso sobrepasa la voluntad del sujeto. Y se encontró que una zona de su antebrazo derecho, que es justamente la zona inyectable, estaba mutilada. Uno tiene que repasar los hechos biológicos con mentalidad jurídica…”