Un importante despliegue policial se llevó a cabo en la tarde del jueves en el paseo General Navarro, popularmente concoido como La Alameda, donde un sujeto mayor de edad fue arrestado sospechado de haber acosado de manera virtual a un niño de tan sólo 11 años. El hombre lo habría citado en el paseo público desconociendo que la madre del menor de edad estaba al tanto de la situación y había dado aviso a las autoridades.

Fuentes policiales dieron a conocer que la aprehensión del sujeto se concretó en la mencionada plaza alrededor de las 17.00, momento en que intervino personal de la comisaría Quinta.

Los uniformados se hicieron presentes en el lugar alertados por la madre del chico, una mujer de 32 años, que había detectado  los chats que el sujeto de 44 años había estado manteniendo con su hijo.

Desconociendo esto por completo, el sujeto habría citado al pequeño al lugar, presuntamente con intenciones de someterlo sexualmente.

Afortunadamente, el individuo sospechoso fue detenido y trasladado a la seccional policial, donde quedó alojado a disposición de la Fiscalía de Instrucción en turno.

¿Qué es grooming? 

El grooming es un término de la lengua inglesa que significa “acicalar” en español.  Se utiliza para hacer referencia a todas las conductas o acciones que realiza un adulto para ganarse la confianza de un menor de edad, con el objetivo de obtener de él o ella  beneficios sexuales.

Es un tipo de acoso por parte de los pedófilos y pederastas. Como tal, el agresor busca persuadir al niño para crear una “amistad”, y de esta manera lograr un acercamiento que le permita obtener imágenes, vídeos con contenido sexual, e inclusive un posible acercamiento físico para abusar sexualmente de la víctima.     

El grooming, en primer lugar, estudia a la víctima al conocer cuáles son sus intereses, gustos, actividades, entre otros. Generalmente, el primer contacto se realiza en las redes sociales, y en ocasiones el agresor falsifica su identidad pasándose por otro menor de edad, lo cual le facilita obtener todos los datos personales del menor ya que crea más confianza a la víctima.

Consolidada la relación, el agresor no duda en empezar el acoso sexual, solicitando al menor material pornográfico, o un encuentro sexual. De lograr su cometido, el agresor le pedirá cada vez más imágenes o videos que lo satisfacen, y en el caso de obtener  en alguna oportunidad un rechazo por parte de la víctima, será chantajeada por  parte del agresor con la amenaza de  divulgar todo el material que posee e informar a sus familiares sobre la situación.

Estas prácticas pueden tener consecuencias devastadoras a nivel psicológico y emocional para la víctima. Es por ello, la importancia de los padres de mantener una constante comunicación con sus hijos y la supervisión regular de sus aparatos electrónicos, y sus redes sociales.