Fue aprehendido el jueves pasado
Grooming: fue dejado en libertad el acusado de citar a niño en La Alameda
El hombre habría convencido al niño de que era una adolescente para que vaya a la plaza a verlo.Un sujeto de 44 años acusado del delito de “grooming”, que permanecía privado de su libertad desde el jueves pasado, ayer fue puesto en libertad tras abonar una caución de $60.000, cifra impuesta por la Justicia. Seguirá ligado a la causa ya que se realizan pericias a los dispositivos electrónicos que habría utilizado para comunicarse con el niño, informaron fuentes judiciales.
De acuerdo a lo informado, el sujeto, que ya fue indagado en la Fiscalía de Instrucción N°5, a cargo de Hugo Costilla, negando los hechos que se le adjudican, habría presentado los documentos necesarios para la caución -por lo general, la escritura de un inmueble o los documentos de un vehículo- con lo que, sumado a la falta de antecedentes penales en su contra, se determinó su libertad transitoria.
Celular y PC
Según se informó, en la casa del sospechoso se secuestró una PC, que al igual que el celular que portaba al momento del arresto, es objeto de pericias por parte de la Policía Científica, que busca pistas con respecto al accionar del presunto pedófilo.
De acuerdo a lo informado, el sujeto comenzó a comunicarse con la criatura de forma engañosa, ya que le aseguraba que no era un hombre de 44 años, sino una chica preadolescente jugadora de hockey que vivía en la zona alta de la ciudad.
Tras varias conversaciones en las que abundaban mensajes con alto contenido sexual y explícito, el hombre habría convencido al niño de concretar un encuentro en persona, lo que sucedería el pasado jueves a las 5 de la tarde en el Paseo General Navarro.
Afortunadamente, la madre del nene tuvo acceso a los chats que se habrían dado por Whatsapp y estos le generaron sospechas, por lo que dio intervención a la Policía, quien arrestó al hombre en el mismo lugar donde citó a su víctima.
Cabe mencionar que el modus operandi de este tipo de delincuentes consiste en hacerse pasar por personas que generen confianza en el menor para que este les envíe material explícito o, como se habría dado en este caso, establecer un encuentro.
En ocasiones, al llegar la víctima al lugar, les dicen que son un amigo o familiar de la persona con la que se comunicaban y les aseguran que lo llevarán a encontrarse con ella, pero en vez de esto, cometen el acto de abuso sexual.