Un fiscal solicitó la elevación a juicio de la causa seguida a un productor alemán acusado de haber envenenado con alimentos a dos trabajadores, uno de los cuales murió, en una finca situada a 60 kilómetros de la capital salteña.

El fiscal penal 4 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ramiro Ramos Ossorio, requirió al juzgado de Garantías 1 que el expediente que se le sigue a Theobald Hartmut Torsten pase a la etapa de juicio oral.

El hombre está imputado por los delitos de homicidio calificado por el uso de veneno u otro elemento insidioso en perjuicio de Ramón Ignacio Casas, y por el mismo delito pero en grado de tentativa, contra Benito Soraire, en concurso real.

La investigación comenzó cuando el mismo Hartmut reportó, en octubre del año pasado, que encontró en su finca, ubicada en el paraje salteño Palomitas, a Casas sin vida y en avanzado estado de descomposición, en una habitación que ocupaba.
La autopsia reveló que la muerte de Casas, que era empleado del productor alemán, ocurrió por un paro cardiorrespiratorio tras intoxicación con veneno -un pesticida-, que resultó coincidente con el contenido de una botella y un plato hallados en la mesa del fallecido.

A estos elementos, Ramos Ossorio sumó la declaración de familiares de la víctima, quienes en forma coincidente dijeron que Casas trabajaba hacía varios años para Hartmut Torsten al cuidado de la hacienda y que mantenían malas relaciones laborales desde hacía algún tiempo.

Entre las medidas probatorias que adjuntó el fiscal en el requerimiento, se citaron las pericias psicológicas y psiquiátricas del imputado, quien es señalado como un hombre con personalidad psicopática, egocéntrica, con anestesia emocional y carente de empatía.