Se hacía amigo de sus víctimas y las mataba para robarles

Condenan a prisión perpetua al asesino serial Javier Pino

Le unificaron penas, tiene 30 años y no podrá salir de la cárcel hasta 2049.
viernes, 17 de mayo de 2019 06:01
viernes, 17 de mayo de 2019 06:01

Un hombre acusado de haber cometido cinco homicidios en el lapso de ocho meses en el 2015 fue condenado ayer a una pena única de prisión perpetua, en el marco de un juicio oral y público realizado en los tribunales porteños por dos de esos crímenes que ocurrieron en la ciudad de Buenos Aires. 

Se trata de Javier Hernán Pino (30), quien así sumó una tercera condena a prisión perpetua, dado que por los otros tres hechos -dos de ellos cometidos en la ciudad de Rosario y un tercero en una localidad santiagueña- ya había sido condenado también a la pena máxima prevista en el Código Penal, con lo cual la pena de ayer quedará unificada con las demás.

El acusado escuchó la lectura de la sentencia con la mirada enfocada al piso, como en casi todo el desarrollo del juicio oral, y apenas levantó la vista para dedicarle una mirada y una sonrisa burlona a la hermana de una de las víctimas, que se encontraba en la sala a la espera del fin de este juicio. 

“Por lo menos que no siga matando gente”, afirmó luego del veredicto, conmovida y en medio de lágrimas, Daniela Sosa, hermana de Claudia Sosa (32), asesinada el 8 de abril de 2015 de un balazo en la nuca en el departamento en el que vivía cerca de Tribunales y frente a la ex comisaría tercera.

Según lo acreditado en el juicio, el asesino se llevó de ese lugar una computadora, un celular y unos 1.900 pesos y dejó en la escena del crimen la vaina servida calibre 9 milímetros que después, se supo, salió de la pistola de su propiedad. 
En los días previos al homicidio, Pino había intercambiado con Claudia Sosa, a quien había ayudado incluso a mudarse a ese departamento dado que mantenían desde hacía un tiempo una relación de amistad, 83 mensajes de texto. Además, dejó su ADN en una cucharita hallada en una taza de café que tomó en la casa.
Al otro crimen juzgado en el proceso que concluyó ayer Pïno lo había cometido dos meses antes que el de la masajista Claudia Sosa, el 16 de febrero de 2015. 

En este caso, la víctima había sido un comerciante chino llamado Ni Qi Fu (40), a quien le disparó ocho balazos que impactaron en cabeza, tórax, abdomen y brazo izquierdo. 

Tanto en estos dos casos como en los otros tres homicidios, el modus operandi de Pino -detenido finalmente en octubre del 2016 en la localidad de Frías, en Santiago del Estero- fue el mismo, consistente en establecer vínculos de confianza con sus víctimas para luego cometer los homicidios, casi siempre disparando por la espalda y con una pistola calibre 9 milímetros con silenciador. 

De hecho, Pino -de origen entrerriano y que cumplirá su condena en la cárcel de Coronda, provincia de Santa Fe, donde permaneció detenido hasta el momento- es comparado con el mayor asesino serial de la historia criminal argentina, Carlos Robledo Puch, conocido con el nombre de “El Ángel de la Muerte”.
Los otros tres homicidios por los que Pino ya fue condenado en otros dos juicios a prisión perpetua son el de Ariel Fernando Ríos

(28), un playero de una estación de servicio de la localidad salteña de El Galpón, el 13 de julio de 2015; y el de los hermanos Agustina (28) y Javier Ponisio (25), cometidos el 16 de octubre de 2015 en Rosario.

Por ese motivo, la condena a prisión perpetua resuelta hoy por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional número 3 de la Capital Federal por “homicidio criminis causa, en concurso real con robo agravado por uso de armas de fuego”, quedó unificada con las otras dos.

Así lo resolvieron por unanimidad los integrantes del Tribunal, conformado por los jueces Gustavo Rofrano, Miguel Ángel Caminos y Gustavo Valle, y coincidió con el pedido que había sido planteado por el Ministerio Público Fiscal, representado por el fiscal Andrés Madrea.

 

“No va a matar más”

La hermana de una de las víctimas de Javier Hernán Pino, el hombre que fue condenado ayer a prisión perpetua por el asesinato de cinco personas en un lapso de ocho meses en 2015, dijo que con la sentencia “se cierra una etapa muy dolorosa” y consideró que “la Justicia trabajó muy bien”.
“Él no va a matar más a nadie, es el único alivio que voy a tener después de cuatro años, y ojalá que la Justicia siga actuando así porque hay mucha gente que lo necesita”, expresó en diálogo con C5N Daniela, hermana de la masajista Claudia Sosa (32), la segunda víctima de Pino (29).
Al finalizar la audiencia, ya en la puerta de los Tribunales porteños, la mujer dijo que el condenado conocía a Claudia y que el día del homicidio “le robó todos los ahorros de su vida, con los que ella iba a viajar una semana después a Estados Unidos a probar suerte”.
“Mi hermana era una persona común, como todas las que mató (Pino), personas que trabajaban y que buscaban una buena vida”, dijo Daniela, tras lo cual agregó que “todas las víctimas le brindaron (al condenado) un lugar para quedarse, bañarse y cobijarse” antes de que los matara “por placer”.
Daniela celebró que “por treinta años Pino no pueda hacer absolutamente nada”, porque “una persona así haría desastres y no puede estar insertada en la sociedad”.
“La Justicia trabajó muy bien, no me puedo quejar, y lo hicimos todos juntos y apoyándonos”, finalizó.
El asesino serial no mostró ningún sentimiento o arrepentimiento durante el juicio, e incluso se mostró sonriente al ser nuevamente condenado.

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Comentarios

18/5/2019 | 21:21
#149006
Sólo 30años?es una joda?eso le tendrían que dar por cada persona asesinada, que (in) justicia la nuestra, espero no salgan los DDHH a pedir su libertad,si sobrevive en la cárcel, cuando salga seguro se manda otra macana, total sabe que adentro tiene cama,comida, ropa,TV y atención de salud, encima todo gratis, tendrían que copiar a los chinos o a EEUU,caso cerrado
17/5/2019 | 07:05
#149005
Lo justo sería que si le dan perpetua, no salga mas. Es mas...debería haber un crematorio, en las cárceles para estos condenados. Pero claro, estamos en Argentina, donde los delincuentes andan sueltos, la gente honrada tras las rejas y las perpetuas son excarcelables.