Opinión
¡El no es necesario!
Por Rodrigo Morabito (*)
No pretendo convertirme en una especie de mensajero y menos de ejemplo de cómo criar a un hijo, todos, quizás en la mayoría de los casos, me incluyo, nos hacemos padres al andar, sin embargo, en muchos casos traemos el ejemplo de nuestros padres de cómo nos criaron y somos reticentes a utilizar aquel tipo de educación con la que no congeniamos porque la considerábamos dura, estricta y sin posibilidad de explicación alguna.
Bueno, en parte esto tiene un poco de verdad y un poco de mito, pero si tomamos solo como verdadero al total desacuerdo con la educación de hace años atrás –cuando éramos niños- también aceptemos las consecuencias y, si efectivamente es así, entonces la ecuación no es otra que sostener que ANTES ÉRAMOS PRESOS DE NUESTROS PADRES PERO TAMBIÉN AHORA SOMOS PRESOS DE NUESTROS HIJOS y en verdad los extremos no son para nada buenos.
Sin dudas pienso que se debe educar con AUTORIDAD pero no con AUTORITARISMO, coincido en que se DEBE escuchar a los niños pero no salir corriendo a hacer lo que ellos quieren y desean en estos tiempos en los que paradójicamente tienen más pero que también están más aburridos, pues suele verse que en la era del virtualismo extremo todo les da lo mismo y en la vida las cosas no son tan así.
Ahora bien, de igual manera escucho a diario algunos discursos (speech suele decirse en inglés) que en ocasiones son utilizados por los padres para justificar su forma de actuar ante sus hijos y que toman como premisas básicas e indiscutibles para su vida y lo aplican en la crianza de ellos, pero que sin embargo en la realidad y en muchas ocasiones, son perjudiciales y tienen repercusiones posteriores en cuanto a su forma de desenvolverse y actuar en la vida.
Uno de estos discursos o frases que considero que debe tener límites y ser bien entendida y aplicada es YO QUIERO QUE MI HIJO O HIJOS TENGA O TENGAN TODO LO QUE YO NO TUVE. Bueno ¿qué padre o madre no quiere que su hijo tenga todo lo que él o ella no tuvieron durante su infancia? Me animaría a decir que ninguno, o casi ninguno e insisto que también me incluyo. No obstante, esto no es del todo bueno.
Primero que la frase parte de una premisa que no es del todo cierta y resulta fácilmente controvertible. Hoy nuestros hijos tienen mucho más de lo que antes nosotros teníamos.
En efecto, cuentan con toda la tecnología (celulares, computadoras, televisión satelital y por cable, Netflix, PlayStation, redes sociales, etc., etc., etc.), disponen de buena ropa y zapatillas y, en ocasiones, sus padres hasta vehículos como motos y autos les compran, o sea que, salvo excepciones como ésta última que acabo de enumerar, en el presente nuestros hijos tienen más pero se aburren rápido y valoran menos, simplemente porque no hay esfuerzo previo en el premio. Todo es más fácil -y se torna mucho más fácil aún- sino hay conciencia previa de esfuerzo, responsabilidad y sacrificio. Sin embargo, esto que es muy fácil para los niños, se torna muy difícil para los papás debido a la demanda constante ante el ¡YO TAMBIÉN QUIERO LO QUE EL OTRO TIENE SINO SOY MENOS O ME CONSIDERO FUERA DEL SISTEMA! Siendo aquí donde DEBEN aparecer los LÍMITES ante la demanda y no equivocadamente salir corriendo a satisfacer la demanda, es aquí donde debe aparecer la AUTORIDAD SIN AUTORITARISMO y es aquí donde ¡EL NO ES NECESARIO! con una explicación que también, por cierto, es necesaria, pues el niño tiene derecho a saber porque se le dice que NO, ergo de lo contrario no es AUTORIDAD SINO AUTORITARISMO.
Otra frase que debe superarse en el mundo de los padres es aquella que suele expresarse más o menos así ¡YO QUIERO QUE MI HIJO O HIJA HAGA TODO LO QUE YO NO HICE! Esto también es erróneo sino existen los LÍMITES.
¿Qué es hacer todo lo que uno no hizo? ¿Salir a lugares que están prohibidos para menores de edad? ¿Dejarlos tomar alcohol o fumar en nuestra presencia, pues total quien no se tomó una cervecita cuando fue joven? ¿Darles vía libre para todo lo que quieren y demandan sin control alguno?
Bueno, debo comentarles que hoy en día la PRINCIPAL CAUSA de muchos de los problemas que niños y niñas que terminan con graves complicaciones por el consumo de drogas, alcohol, violencia y abusos de toda índole, problemas con la justicia penal y, en ocasiones, hasta lamentablemente la muerte, ha sido y es ¡LA TOTAL AUSENCIA DE LÍMITES Y DE ATORIDAD DE LOS PADRES, LA FALTA DE UN ¡NO! A TIEMPO Y LA SATISFACCIÓN ABSOLUTA DE SUS DEMANDAS SIN OBJECIONES! y, lo peor de todo (sin intención alguna de ser un mensaje apocalíptico) que esto ocurre mucho más de lo que nos imaginamos a diario, siendo algo que debemos rever, analizar y reflexionar puertas adentro de nuestro hogar para evaluar qué es lo que estamos haciendo mal y si con ello le estamos haciendo mal a nuestros propios hijos.
Si bien no es nuevo para nada que los niños, niñas y adolescentes deban tener límites, tampoco es menos importante destacar que esos límites se ven muy poco últimamente debido al escaso tiempo que los papás dedican a sus hijos por muchas cosas que hasta quizás sean entendibles, sin embargo y de lo que no deben existir dudas, es acerca de la transmisión del esfuerzo y el sacrificio con responsabilidad para obtener las cosas que anhelan y desean, que no todo lo que tiene el otro deben también tenerlos ellos pues se pierde personalidad o carecen de personalidad propia, que sus demandas no pueden ser en todos los casos satisfechas a cualquier precio y sin condiciones, que es mucho más importante ser BUENA PERSONA y con conciencia plena de que existen otros niños que a su edad se encuentran en una situación absolutamente desfavorable y vulnerable y que pueden ayudar a cambiar esa lamentable realidad, que el sacrificio de los padres debe valorarse y respetarse pero, ante todo, al aprendizaje de aceptar el NO sin frustraciones ya que ello los hará más fuertes y pacientes para superar los obstáculos que les depare la vida.
(*) Juez de Menores. Miembro de la Asociación Pensamiento Penal.