Uno de los sospechosos por el violento robo al estudio contable  de la familia Haddad el pasado 13 de junio fue detenido en Buenos Aires. La Dirección Distrital de Investigaciones (DDI) bonaerense montó un operativo para capturarlo, luego de que sus pares de la brigada catamarqueña aportaran los datos recabados en la escena del hecho. 

Cabe recordar que al menos cuatro delincuentes irrumpieron armados en las oficinas ubicadas en calle Rojas 623, donde se apoderaron de una suma aproximada a los 400 mil pesos. 

En el inicio de la investigación, el personal policial habló con los testigos y así elaboró el identikit de uno de los posibles asaltantes. Por su parte el área de Criminalística, tras recolectar pruebas en el lugar del hecho, pudo identificar a uno de los delincuentes.  

Fuentes consultadas  dieron a conocer que la división Investigaciones de la Policía de Catamarca brindó información a sus colegas de la DDI de San Nicolás, en la provincia de Buenos Aires, dado que la madre del sospechoso viviría en ese partido bonaerense.

Con los datos proporcionados, el personal policial de Buenos Aires procedió a aprehender en la vía pública al sujeto señalado como uno de los supuestos autores del asalto a los profesionales catamarqueños.

Una vez puesto en custodia policial, el fiscal interviniente empezó el trámite judicial a los fines de que el sospechoso sea extraditado y responda ante la Justicia de Catamarca.

Hecho

El violento asalto ocurrió pasadas las 21.30 del jueves 13 pasado, en momentos en que Juan Pablo Haddad se encontraba en el estudio contable acompañado por cuatro empleados.

Los delincuentes habrían tenido estudiados los movimientos de los hombres. Aprovechando que un empleado de Tramitel se retiraba del lugar, ingresaron sin forzar la puerta y le pidieron a Haddad que hiciera entrega del dinero en efectivo. Ante la negativa, insistieron e incluso le propinaron un fuerte golpe en la cabeza al profesional. Éste habría hecho entrega del dinero, tras lo que rápidamente los delincuentes desaparecieron.

De los testimonios recolectados, se pudo establecer que al menos uno de los ladrones era de Buenos Aires, “por su tonada”, manifestaron las fuentes. También llamó la atención de los investigadores que vestían trajes y salieron de la escena casi sin dejar rastros fílmicos.