Félix Cedán, un expolicía que fue dado de baja por fraguar con los servicios adicionales hace tres años, ahora estuvo involucrado en un cuantioso robo a una distribuidora de gaseosas, en donde habría actuado junto a un encargado del lugar. Por el hecho, solo el empleado infiel fue detenido, mientras que el exfuncionario policial quedó supeditado a la causa, a pesar de que en su domicilio se secuestró el botín. 

El hecho tuvo lugar el sábado a la mañana, en un local de expendio de gaseosas Torasso y otros comestibles, ubicado en avenida Los Legisladores 771, denominado Elephante. Allí, el propietario, en horas de la mañana detectó que desconocidos habían ingresado sin violentar la entrada y se apoderaron de una gran cantidad de gaseosas y otros comestibles. 
Tras realizar las averiguaciones, surgió que alrededor de las 6 de la madrugada, dos personas a bordo de una camioneta habían llegado hasta el local comercial y aparentemente ingresaron y se apoderaron del cuantioso botín. 

Personal de Investigaciones logró identificar a Santiago Gabriel Cativa, uno de los sospechosos, que se desempeñaba como encargado del lugar. Con el correr de las horas surgió que el acompañante de apellido Cedán, un expolicía, era el otro sujeto que habría actuado en el hecho. 

Con estos datos, la fiscal en turno Miryam López ordenó un allanamiento en un domicilio ubicado en el barrio Parque Norte manzana “Ñ” lote 09, donde reside el exfuncionario de la Policía de la provincia. Allí se logró secuestrar 25  fardos de gaseosas de 6 unidades cada uno marca Torasso de 3 litros, 12 cajas de aceite de 15 unidades, marca Soleil de 900 cc; dos cajas de aceite de 4 unidades, marca Grano de Oro de 5 litros; 12 fardos de arroz de 10 unidades, marca Campo Lindo de 500 gramos; 16 fardos de azúcar de 10 unidades, marca La Tipeña de un kilogramo y cinco cajas de vino tinto de 6 unidades, marca Viñas de Balbo.   

 Cabe destacar que Cedán, según las fuentes judiciales consultadas, es el propietario de la camioneta de color verde que funcionaría como flete, por lo que quedó supeditado a la causa.

El propietario radicó la denuncia penal ante la ingrata novedad de que su propio empleado había participado en el robo, quien tenía las llaves del lugar.

 Finalmente, la fiscal ordenó el arresto en averiguación del hecho de Cativa, mientras que al cierre de edición no se tomaron medidas con el expolicía.