Ayer, el juez Adolfo Guzmán, en dos debates unipersonales condenó a dos mujeres a las penas de 6 y 4 años de prisión por comercialización de estupefacientes. Ambas mantendrán el beneficio de la prisión domiciliaria como llegaron a debate. 
En primer término, el magistrado presidió un debate en el que se juzgó a una mujer de apellido Contreras, quien fue detenida en diciembre de 2017 en el marco de un operativo antidrogas en esta ciudad Capital, junto a otros dos jóvenes. 

Tras reconocer el hecho, el juez federal decidió condenarla a seis años de prisión de cumplimiento domiciliario, mientras que los otros dos jóvenes que estaban imputados por tenencia simple de estupefacientes, fueron beneficiados con la probation.  
Luego, una madre y su hija de apellidos Murúa y Pérez respectivamente, se sentaron en el banquillo de los acusados, imputadas por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. En noviembre de 2016, tras un allanamiento antidrogas fueron detenidas en Valle Viejo. 

Durante el debate, ambas decidieron prestar declaración ante el juez y la hija terminó confesando la responsabilidad sobre el hecho, por lo que el fiscal Vehils Ruiz entendió que la madre no había participado en el tráfico de drogas, por lo que solicitó la absolución. 
Finalmente, el magistrado decidió condenar a Pérez a 4 años de prisión y mantener la reclusión domiciliaria con la que acudió a juicio y absolver a Murúa.

Vale destacar que, ambas mujeres condenadas, tenían antecedentes relacionados con la venta de drogas. Su abogado Víctor García se mostró conforme con las sentencias impuestas, ya que consideró que ambos procedimientos se llevaron a cabo con varias irregularidades.