Columna de opinión del juez Rodrigo Morabito
“Homo homini lupus: el hombre es lobo del hombre”
Cuando Thomas Hobbes (filósofo del siglo XVII) popularizó esta frase en su célebre “Leviatán” (1651), que fue tomada de la obra dramática Asinaria, del comediógrafo latino Plauto, lo hizo en referencia a que el estado natural del hombre lleva a una la lucha continua contra su prójimo o, en otras palabras, para hacer referencia a los horrores de los que es capaz la humanidad para consigo misma.
Sin dudas, las personas son capaces de muchos horrores en contra de sus semejantes. A ello lo vemos cotidianamente. La violencia generalizada hoy en día e instalada a modo de flagelo desde todas las ópticas imaginables e inimaginables, es una muestra palmaria de ello.
Existe un escenario (muy preocupante y al menos donde pareciera ser que todo lo vale) al estilo de un coliseo romano o una especie de plaza pública en donde las personas son constantemente juzgadas y condenadas sin un proceso justo, muchas veces sin pruebas y sin posibilidad de defensa: me refiero sin dudas a las redes sociales que ya son parte de nuestra vida.
En este escenario (por cierto virtual pero en tiempo real) se cometen violaciones a los derechos humanos fundamentales y, lo que es peor aun, se incita constantemente a seguir vulnerándolos cada vez en forma más violenta. Un claro ejemplo de ello es cuando se comparten videos o imágenes de personas que son violentadas por otras (ya sea en forma física o mental), cuando caen muertas a manos de agentes del Estado sin saber el contexto de cómo se produjo esa muerte y se lo festeja, cuando se comparten casos de linchamientos y se los justifica, los escraches sin prueba, cuando se justifican abusos por la forma de vestirse o actuar de mujeres y niñas o de personas pertenecientes a las comunidades LGTBI o cuando se incita a ser violentos en contra de personas que pertenecen a uno u otro espacio político o social simplemente porque no comulgan con mi idea o forma de pensar o simplemente (lo que es inaceptable e intolerable, al menos desde mi óptica y quiero creer y pensar que desde la óptica de la mayoría de las personas del mundo) cuando se celebra la muerte de otra persona (fuere por el motivo que fuere) con frases irreproducibles. Es allí donde debemos comenzar a pensar en que nos hemos convertido como sociedad, como prójimos, ¿en lobos del hombre?
La frase opuesta a “el hombres es un lobo para el hombre” es aquella que sentencia que “el hombre es bueno por naturaleza” de Jean-Jacques Rousseau, quien contrariamente a Hobbes sostenía que los seres humanos nacen buenos y libres pero el mundo los corrompe.
Quizás sea así, como lo sostenía Rousseau y quizás también lo sea como lo afirmaba Hobbes o quizás un poco de ambos pensamientos, no lo sabemos y no debemos detenernos en este análisis; lo que sí debemos es comenzar a cambiar el mundo y ello se logrará comenzando por nosotros mismos en la búsqueda constante de esas virtudes que parecen extinguirse cada vez más: la tolerancia y la paz social. El resto, DEBE quedar en manos del Estado y comenzar a legislar para que en estos escenarios (virtuales pero sociales) no reine la impunidad de quienes cometen violaciones a los derechos humanos fundamentales de las personas.