Ayer se conoció que el fiscal a cargo de la investigación de la causa por Natalia Romero solicitó que se haga una autopsia psicológica, lo que determinaría si la mujer era víctima de violencia de género, como denuncia su familia, y también determinaría si presentaba tendencia al suicidio, lo que, aseguran sus familiares, estaba muy lejos de las características de la mujer.

En el marco de la continuidad de la investigación que lleva a cabo la Fiscalía de Instrucción Penal Nº4, a cargo de Ezequiel Walther, se solicitó que se produzca la mencionada prueba, que se realiza por parte de peritos especializados en salud mental y se confecciona con base en testimonios de las personas más allegadas a la presunta víctima y otras pruebas que se pueden obtener después del fallecimiento de la persona de interés. La querella, a cargo de la abogada Silvia Barrientos, fue notificada de esta medida días pasados.

Cabe recordar que la investigación por la muerte de la ingeniera, que fue encontrada sin vida en su domicilio a fines de septiembre de 2019 fue en un principio caratulada como suicidio, pero su familia realizó múltiples protestas para pedir que se investigue a la pareja de la mujer, ya que sospechan que este algo tuvo que ver con su muerte, ya que presuntamente Natalia vivía una tormentosa relación en la que era víctima de violencia de género y estaba permanentemente amenazada por el hombre.

Antecedentes

Cabe mencionar que no es la primera vez que la Justicia local ordena que se realice una autopsia psicológica. Previamente, se había ordenado una medida idéntica en la causa que investiga la muerte de Luz Villafañe, la niña de 13 años que se quitó la vida en noviembre de 2016. En este caso, la pericia se solicitó con el objetivo de conocer el perfil psicológico de la víctima y dilucidar, de esta forma, las circunstancias que la llevaron a tomar la trágica determinación de acabar con su vida, ya que su madre denunció a un adolescente por abusar de ella horas antes del trágico deceso.

Sin embargo, el primer caso en el que trascendió este tipo de pericia fue en el que investigó la muerte de Sonia Liliana Garabedián, quien el 12 de diciembre de 2010 fue encontrada sin vida en un descampado ubicado detrás de la Escuela Agrotécnica, unos dos kilómetros y medio al noroeste de la localidad de Miraflores, departamento Capayán.