Los abogados Sebastián Ibáñez y Bruno Jerez representarán como querella a la familia de Brenda Micaela Gordillo, la joven víctima de un brutal femicidio a manos de, presuntamente, Naim Vera. A su vez, familiares y allegados a la joven hicieron una marcha ayer en la Plaza Virgen del Valle.

 “Nos vamos a constituir formalmente como querella mañana (por hoy) a las 8 de la mañana junto a la madre de la víctima en Fiscalía y vamos a ofrecer peritos de control para la pericia informática que falta realizarse”, expresó Ibáñez en diálogo con El Esquiú.com.

“Estas pericias son sobre dispositivos secuestrados. Vamos a solicitar al fiscal que rápidamente y con absoluta inmediatez, haga lugar al cambio de patrocinio letrado y acepte los peritos de parte”.

También queremos informar que mantuvimos una reunión con el anterior letrado Pedro Vélez, para tomar conocimiento de la situación de la causa y hacer un traspaso ordenado, como corresponde a una causa de esta complejidad y teniendo en cuenta las circunstancias que rodean a este caso y su interés para la sociedad y la necesidad de la familia que esto avance con suma urgencia”.

“Pediremos copia del expediente y trataremos de hablar personalmente con el fiscal Hugo Costilla, para luego proceder con las presentaciones subsiguientes”, explicó.

Es necesario recordar que los abogados representaron a la víctima del intendente Enrique Aybar, quien fue condenado en agosto pasado a 6 años de prisión.

Movilización

Ayer desde las 19 se llevó a cabo una movilización, en la que se conmemoró a la joven de 25 años. El grupo marchó  frente al lugar donde la joven fue asesinada, sobre calle Ayacucho, para lo que se congregó frente a la plaza Virgen del Valle.
Cabe recordar que Naim Vera fue arrestado el pasado 1 de marzo, sospechado de asesinar y luego quemar a la joven en una parrilla, para después deshacerse de los restos en un container y al costado de la ruta Nº4.

El aberrante hecho conmocionó a Catamarca y al país por sus violentas características y desde entonces la familia pide una condena justa para el único imputado por el hecho.