Marta Vega, una paciente oncológica que sufrió un siniestro vial el pasado 17 de febrero al embestir a un animal suelto en la ruta a la altura de Ancasti, expuso en redes sociales un desgarrador relato de lo que a ella y a su marido les tocó vivir, ya que salvaron  sus vidas de milagro.

La mujer remarca que el propietario de la vaca que causó el accidente nunca apareció, pese a que las autoridades manifestaron conocer su identidad y que el siniestro les causó un grave perjuicio económico, puesto que viajaban en el coche que trabajan como remís.

Vega posteó en Facebook: “Viajábamos con destino a la provincia de Córdoba, a mi control oncológico, creyendo que ya iba a ser el último año (...) pero desafortunadamente personas negligentes que no piensan en la vida de los seres humanos, tienen animales y no se responsabilizan del cuidado de ellos, los dejan sueltos para que circulen en el medio de las rutas y ocasionar accidentes.  Hoy nosotros estamos con vida para poder contarlo, gracias a Dios y a la protección de la Virgen del Valle, fue una desgracia con suerte, una noche de terror lo que nos tocó vivir. En el medio de la calzada una vaca durmiendo y en el cruce de luces con otro vehículo no vimos al animal. Lo impactamos, pasando por arriba y dándose vuelta el auto, quedamos atrapados en el habitáculo del vehículo con los vidrios reventados y mi marido con el techo aplastado en su cabeza. Todavía están en mí los ruidos, el arrastre del auto en la cinta asfáltica, en la oscuridad de la noche, desesperante”, expresó en un estremecedor relato de su vivencia.

Asimismo, la mujer contó que el dueño del animal no se acercó al centro de salud donde terminaron hospitalizados y que aunque la “la Policía de la Villa de Ancasti sabe quién es y quedó comprometida a pasarnos el dato”, esto no sucedió.

“Siento tanta impotencia y responsabilizo al dueño del animal”, denunció la mujer, remarcando que existen leyes puntuales para evitar que se den este tipo de siniestros, pero estas normas, lamentablemente, no se cumplen.

“Es lamentable lo que pasa en nuestra provincia de Catamarca. No hay Justicia, no hay respeto por la vida humana, nos dejaron sin la herramienta de trabajo (el remís)”.

La mujer también aprovechó el espacio para agradecer a las personas oriundas de Icaño que los socorrieron desinteresadamente en la ruta y a las enfermeras y médicos del Hospital de Icaño,  departamento La Paz, quienes les brindaron la atención pertinente.