Hace un poco más de un mes, sucedió en nuestro país un hecho totalmente aberrante y repudiado por toda lo comunidad: se juntaron varios miembros de esta sociedad y dieron muerte a un joven indefenso, por la diferencia del número de participantes.
Fue un hecho público y con manifestaciones masivas, se hicieron marchas para repudiar ese crimen, todos repudiamos este hecho totalmente delictivo, “matar a una persona”.

Señores, pregunto: ¿qué diferencia tiene este hecho, matar a una persona de dieciocho años, con matar a una persona que recién se está iniciando, feto aún, que no se la puede ver? Pero: 
¡Vida, Persona ya!, creada de la misma forma que a todos nosotros. ¿Qué diferencia tiene con la vida de Fernando?, Aniquilado ferozmente por una manada. Perdón, porque no era una manada, a pesar de que parecían animales, pero el hombre no deja de ser persona. Lo triste es que, haciendo mal uso de su libertad e inteligencia, utiliza estos DONES implementando, a veces, aparatos adecuados y con la ayuda de “profesionales que, utilizando conocimientos, estudios, títulos para defender la VIDA, los utilizan con fines espurios para lucrar suculentos beneficios económicos, pero manchados de sangre de vidas totalmente indefensas e inocentes. 

Señores, nadie puede decir “yo no sabía”, porque la VIDA es una, la que se inicia en un embrión, debe crecer con todos los derechos humanos, para poder morir con todos sus derechos humanos. 
Recordemos: “Sólo DIOS y el hombre son PERSONAS”. El hombre, desde su concepción (no desde su nacimiento), desde su concepción hasta su muerte natural. 
Sólo Dios es el Señor de la Vida, que la da y la quita, conforme a su Santa Voluntad, siempre por AMOR.
Pensemos y recapacitemos, por favor.

Nydia y Mamerto Rodríguez