Columna de opinión: Escraches y discriminación en tiempos de Covid-19

lunes, 20 de abril de 2020 01:30
lunes, 20 de abril de 2020 01:30

Unos de los peores comportamientos a los que suelen recurrir algunas personas en tiempos de pandemia mundial son aquellos por medio de los cuales, se pone de manifiesto la discriminación hacia otros seres humanos. 

Ahora bien, una práctica recurrente para hacerlo es a través de las redes sociales por medio de lo que se denomina “escraches”, que según el diccionario de la Real Academia Española es definido como “Manifestación popular de protesta contra una persona, generalmente del ámbito de la política o de la Administración, que se realiza frente a su domicilio o en algún lugar público al que deba concurrir”. 

Bueno, como podrá advertirse, la definición es demasiado amplia y, si bien apunta a que la persona que sufre un escrache “generalmente puede ser del ámbito de la política o la administración”, lo cierto es que en realidad lo central es que se trata de una manifestación de voluntad popular en tiempo real o virtual de protesta (casi siempre injustificada e irrazonable) contra una persona que sin dudas puede ser cualquier ciudadano perteneciente o no a un ámbito determinado.    
Los escraches por contagios de Covid-19 de algunas personas que trabajan en actividades esenciales (especialmente en salud y fuerzas de seguridad) suelen ser recurrentes en estos días.

¡Claro que sí! Hoy la discriminación y los ataques a través de los siempre inentendibles “escraches” a personas que se encuentran infectadas o probablemente infectadas, a médicos o enfermeros o a quienes están regresando desde otros países cumpliendo con todos los protocolos sanitarios de seguridad necesarios, exigidos y aprobados por el Estado, entre otros casos que día a día suelen informarse, crecen en forma alarmante. 

Los efectos del encierro y el temor generalizado llevado a extremos muchas veces innecesarios e injustificados por parte de algunas personas, produce estas consecuencias discriminatorias absolutamente repudiables y, si bien es cierto que este virus no discrimina a nadie (en realidad nunca ningún virus lo hizo) sí lo hacen las personas y muy a menudo. 

Claro está que depende solo de nuestra responsabilidad y solidaridad para que el virus no se extienda más allá de los esperado o deseado y que si bien existe gente muy imprudente que expone a muchas otras debido a que es notorio que el virus Covid-19 ha sido declarado una pandemia mundial por ser altamente contagioso, también es muy cierto que la humanidad tiene una inmejorable (y quizás la única)oportunidad para abandonar de una vez y para siempre el “sálvese quien pueda”, remplazándolo por otro que en esta etapa de grave crisis sanitaria debemos entender de ahora en más; “nadie se salva solo”.

La crisis sanitaria por la que atraviesa el mundo entero debido al covid-19 y el consecuente aislamiento social, sumado a la incertidumbre existente en cuanto a su tiempo de duración, ha generado la reacción de muchas personas en forma discriminatoria, violenta y desmedida, ya sea a través de expresiones cargadas de estereotipos o mediante exposiciones en las redes sociales y posteriores reacciones violentas por contagios, incluso y lo que resulta más inentendible aun, de personas que trabajan en el ámbito de la salud.

El personal de la salud o de las fuerzas pueden llegar a sufrir contagios y de hecho ya los hubo en el país, pero resulta inentendible pensar que contraigan Covid-19 en forma voluntaria, como también resulta inentendible que ante el conocimiento de la ciudadanía de un contagio de estas características, la reacción en ocasiones termine siendo peor que lo efectos del propio virus. No se trata de estar atentos sólo a la crisis sanitaria actual, sino también y con igual importancia, a los EXCESOS que pueden surgir en estos tiempos de EMERGENCIA. 

Juez Rodrigo Morabito
 

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