El interminable dolor de una madre que no abandona su lucha
“Desearía dejar de recordar cómo lo mataron y que todo esto se termine”
Diego Pachao dejó de existir el 14 de marzo de 2012 tras ser trasladado al hospital en grave estado desde la comisaría Séptima, en donde sufrió una feroz golpiza.
Su madre, Claudia Véliz, habló con El Esquiú.com sobre los más de ocho años transcurridos, sin que la causa llegue a juicio, y rogó para que este proceso llegue a su fin, asegurando que si bien se siente agotada no dejará de luchar para que se haga justicia.
En diálogo con este medio, la mujer, entre lágrimas, dio detalles del caso y de su sentir como madre.
¿Cómo se encuentra la causa en la actualidad?
“Ya hace 8 años y 3 meses que lo mataron a Diego y lo único que pido es que se haga justicia, por lo menos con los tres policías que quedaron imputados. Que el juez Ramón Porfirio Acuña trabaje y resuelva las cosas como tienen que ser con estos tres policías asesinos. La causa ahora está en manos de él desde principios de año, si no es desde diciembre, porque a mí me han mentido tanto, me tienen como pelota. ‘Vaya, vuelva, suba, baje’. Parece que para ellos fuera una diversión, pero es una total falta de respeto, porque yo, enferma o como estuviera, tengo que ir a ver cómo está la causa. Lo que quiero recordar es que a mi hijo lo mató la policía, y a pesar de que hay otros dos imputados más, que son los chicos Leiva, ellos no fueron. Fueron los 11 policías y lo sé porque lo saqué con muerte cerebral de la comisaría. Lo que aprendí durante todos estos años es que cuando es un organismo del Estado, es muy defendido por todos, por el Poder Judicial, algunos medios de comunicación e incluso los gobernadores”.
¿Cómo era Diego?
“Él pidió que dejen de patear a su amigo y por eso es que conoció una comisaría, porque él era un chico que no tenía problemas con nadie. Tuve que retirarlo en una camilla con sangre pegada y todo mojado, porque lo abandonaron en un patio y después le tiraban agua para que vuelva en sí. Es un trato totalmente inhumano. Yo no quiero recordar más todo esto, lo que le hicieron a mi Diego. Quisiera recordarlo como él salió de mi casa, intacto. Con su sonrisa siempre plena. Él era sonrisa y juegos. Sin ninguna maldad. Puro amor. Lo que desearía es tener que dejar de recordar cómo lo mataron y lo que le hicieron y que todo esto se termine”.
¿Cuál es la imputación a los tres policías que quedan ligados a la causa?
“Ellos están imputados por ‘vejaciones e incumplimiento de los deberes de funcionario público’, pero nosotros luchamos siempre por que se cambie a ‘tortura seguida de muerte’, que es lo que correspondería y nunca nos hicieron lugar. Principalmente, el juez Acuña demostró estar del lado de la policía y los fiscales Mauvecín y Sago también. Pensaba que estaban para ayudar a las víctimas, pero no. Lo que mi hijo merece es descansar en paz”.
¿Cómo cambiarían para usted las cosas cuando el juicio se realice?
“Significaría que este proceso tenga un final y dejar de recordar lo que le pasó. Es como si a una le dieran un golpe en el alma. Cada golpe que le dieron, cada detalle del expediente, cada cosa que tengo que recordar y repetir, es como si me lo hicieran a mí. Esas son las cosas que quisiera que tengan un cierre. Y va a quedar en la conciencia de ese juez lo que no quiso hacer. Yo me cansé tanto de peregrinar, de viajar acá y allá. A mi Diego lo vi con la cabeza abierta. Tuve que entrar a una morgue a verlo así y necesito que todo eso se acabe y tratar de seguir adelante, como mis otros hijos me lo reclaman. A pesar de que son grandes, a veces me piden que deje de luchar, porque ven cómo esto está acabando con mi vida. Quiero que esto termine como tenga que terminar, pero tenga un final”.
¿En este momento cuál es su mayor deseo?
“Lo que más deseo es que mi Diego esté acá. Pero sé que es imposible y me engaño diciendo que se fue de viaje. Cuando pongo los pies sobre la tierra, me doy cuenta de que es una mentira, pero recuerdo lo bonito y hermoso que era y esa sonrisa y esas ganas de vivir que tenía, y el amor que nos daba a todos”.
¿Piensa seguir manifestándose?
“Sí. Yo voy a seguir luchando cuando la salud me lo permita. Con esto de la pandemia, les dije a mis hijos que no se expongan y aunque sea yo sola, voy a seguir manifestándome y pidiendo justicia por mi Diego. Yo, sobre todo, aprendí a luchar y que la justicia está para los ricos y los del poder, pero no para los pobres como nosotros”.