Columna de opinión: “La protección de los niños en la era digital”

lunes, 29 de junio de 2020 00:51
lunes, 29 de junio de 2020 00:51

(*) Rodrigo Morabito
La tecnología en el mundo actual se ha vuelto necesaria y hasta quizás imprescindible, con mayor razón aun en estos tiempos de grave crisis sanitaria mundial debido al Covid-19 y la obligación de los Estados de reacomodar sus estructuras institucionales (por ejemplo la escuela clásica como ya lo conocemos con la presencia física de los niños, niñas y adolescentes en las aulas para reconvertirla en una escuela virtual) al menos por ahora.  


En definitiva, si bien los niños, niñas y adolescentes ya tenían una participación muy activa en internet a través de sus dispositivos electrónicos, hoy en día en tiempos de pandemia mundial, esa convivencia entre los niños y lo digital (por supuesto no en todos los casos ya que existen muchos niños que no gozan del derecho humano al acceso a internet debido a su situación de pobreza) es casi total.   


Ante esta situación, no deben perderse de vista los peligros que la navegación tecnológica sin controles puede traer para los niños dejando en ocasiones huellas digitales difíciles de borrar. 


Sin dudas, los peligros a los que las niñas y los niños se encuentran expuestos en  la web son los ya conocidos por todos, me refiero al Cyberbullying (hostigamiento online por parte de pares); el Sexting (contenidos de índole sexual, como fotos o videos íntimos, que no están destinados a la circulación pública y que los adolescentes comparten con otros); el Grooming (acoso sexual virtual a un niño o niña) en este caso estamos ante un delito tipificado y condenado por la ley penal.


Por otra parte, las consecuencias que trae consigo la viralización (dinámica de internet y las redes sociales que permite que algunos contenidos comiencen a ser compartidos rápidamente por distintos usuarios) pueden llegar a ser altamente perjudiciales para los niños y niñas. 


Algunas de las recomendaciones que pueden brindarse ante estas situaciones de demasiada actividad y exposición virtual pueden ser las de concientizar a las niñas, niños y adolescentes a configurar sus perfiles en las redes sociales (Instagram, Facebook, Twitter, Tik Tok, etc.) en modo privado, tener mucho cuidado y pensar antes de publicar información, verificar la información propia que circula en internet, utilizar contraseñas seguras, entre otras. 


Ahora bien, otra de las problemáticas que quizás necesite una pronta regulación legislativa, es el caso de la pornovenganza, pornografía vengativa o revenge porn (contenido sexual explícito que se publica en la web o se distribuye por servicios de mensajería instantánea) y que aparece como una nueva modalidad de extorsión, escrache o venganza virtual, que se lleva a cabo sin el consentimiento de las personas que aparecen en las imágenes. En estos casos, existe una filmación o un registro fotográfico de un determinado acto sexual entre dos personas adultas o menores de edad, de manera consensuada y voluntaria, pero luego (quizás al terminarse la pareja) una de ellas la publica a través de una red social o la comparte a través de WhatsApp. Cabe destacar que este tipo de problemática afecta principalmente a mujeres.


Por último, hay que comenzar a tener en cuenta seriamente algunos flagelos que se vienen produciendo en las personas, especialmente en los niños y niñas del mundo globalizado y que estamos pasando por alto debido a sus consecuencias negativas para su salud mental, me refiero a la NOMOFOBIA, que no es más que el miedo irracional que sienten muchos usuarios y usuarias a no disponer del teléfono celular, bien porque se lo han dejado en casa, se les ha gastado la batería, están fuera de cobertura, han agotado el saldo, se lo han robado o simplemente se les ha estropeado.  La dependencia absoluta a internet también es contraproducente para la salud de los niños y niñas.


En definitiva, en este mundo cada vez más digitalizado, la protección de nuestra infancia se torna un DEBER crucial para las familias y los Estados.

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