Un juicio que estaba previsto dar comienzo en el día de la fecha y se suspendió por la vuelta a Fase 1 por el Covid-19, iba a llevar por primera vez en la historia de la provincia al banquillo de los acusados, a un hombre acusado de cometer “grooming” (práctica de acoso y abuso sexual en contra de niños y jóvenes que sucede generalmente a través de redes sociales).
El abogado Jorge Rafael Bracamonte (h), quien junto a Jeremías Prieto representan como querellantes a la familia de la víctima, en diálogo con El Esquiú.com indicó que “el hecho que debía debatirse ocurrió en 2017, cuando el imputado de 41 años, oriundo de una localidad del interior, contactó a una menor de edad de 8 años vía Whatsapp. Le manifestó que conocía su número por una publicación de Facebook”.

“Él le dijo que quería conocerla y puso de manifiesto que tenía intenciones de concretar con la niña un acto sexual, pese a que la menor le comunicó que ella tenía tan solo 8 años. Afortunadamente, intervino el padre de la criatura, ya que el sujeto fingió ser su amigo y la seducía y le daba indicaciones para que desde la Capital llegara a su localidad, explicándole que colectivo tomar, etc.”, indicó Bracamonte.

“El adulto se dirigió a la ciudad pensando que se iba a encontrar con la niña pero en ese momento fue sorprendido por un operativo policial. Trató de abordar a la persona que se hacía pasar por la víctima”.

El letrado expresó que, si bien el juicio se suspendió por la vuelta a Fase 1 y el imputado aguarda el debate en libertad, “es inminente su realización en la Cámara Penal Nº1 y es histórico para Catamarca. Vamos a tratar de conseguir condena ejemplificadora para los delincuentes de este tipo”, destacó. 

Además, Bracamonte expresó que “tenemos que aclarar que en este caso la familia detectó a tiempo lo que estaba ocurriendo, sino tendríamos que estar hablando ahora de un caso de abuso sexual”.

A su vez, envió un mensaje a los padres en general, considerando que “sobre todo en estos tiempos de pandemia, los progenitores tienen que tener conocimiento y control sobre qué hacen sus hijos con los dispositivos electrónicos, ya que pueden correr muchos riesgos. Hay que ver qué hacen, con quién y con qué fines. También es muy importante que denuncien estos casos y se interioricen sobre cómo se manejan este tipo de personas, que podrían llamarse depravadas y están en las redes buscando víctimas”.