En la jornada de ayer debía llevarse a cabo en ámbitos del Juzgado Correccional Nº1 una audiencia de suspensión de juicio a prueba o “probation”, presentada por los cuatro policías imputados por el delito de “homicidio culposo” en la causa denominada la Tragedia de la Alcaidía, en la que cinco adolescentes perdieron la vida en un feroz incendio en septiembre de 2011.
A días de cumplirse nueve años del hecho, paradigmático para la justicia de Catamarca, ayer se suspendió la audiencia porque no comparecieron dos de los policías imputados -el quinto efectivo policial acusado falleció-.

Fuentes judiciales del Juzgado que tiene como juez a Marcelo Forner y como fiscal a Alejandro Dalla Lasta informaron que ante estas ausencias, se decidió proceder a la suspensión de la audiencia, indicando que en los próximos días se fijará una nueva fecha.

Cabe mencionar que la defensas de los imputados solicitó el beneficio, lo que será considerado por el representante del Ministerio Público y el magistrado, escuchando el parecer de la querella, es decir, los abogados que representan a las familias de las víctimas.

La abogada Silvia Barrientos, defensora de Adriana Galván, la única mujer policía imputada, indicó a El Esquiú.com que “ella se salvó de morir, es un hecho que a todas luces es injusto, porque los  verdaderos responsables, que son las exjuezas de Menores y el exministro de Gobierno, Javier Silva,  están libres. Ellos son cuatro ‘perejiles’”, consideró en referencia a que las magistradas habían decidido la permanencia de los niños y adolescentes en ese lugar y desde el mencionado ministerio no se aseguraron las condiciones mínimas de seguridad para los adolescentes allí reclusos.

“Mi defendida es una víctima más, tiene severas consecuencias hasta el día de la fecha por la muerte de esos niños, pero no estaba en sus manos ni siquiera acercarse a ellos, mucho menos requisarlos o saber si tenían un encendedor, ya que solo hacía trabajo administrativo o les llevaba comida”.

Hecho

El fatídico 9 de septiembre de 2011, cerca de las 14.00, murieron calcinados en una celda  Franco Nieva (16), Nelson Molas (17), Nelson Fernández (15) y Franco Sosa (16), todos ellos alojados en la Alcaidía de Menores, por orden quienes ese momento eran juezas del Fuero, Ilda Figueroa y Ana María Nieto.

Uno de los adolescentes murió allí mismo y los otros tres perdieron la vida mientras estaban internados en el Hospital San Juan Bautista.

Según se supo posteriormente, los adolescentes iniciaron el fuego en la celda una hora después del almuerzo, cuando los policías que trabajaban en la institución se habían retirado también para almorzar.

Debido a las condiciones existentes en la celda, y a pesar de que los uniformados habrían notado el fuego ni bien tuvo su inicio, no lograron sacar a los jóvenes de la celda a tiempo.

El episodio tuvo grandes repercusiones, que se tradujeron en marchas y protestas. También en la remoción de las juezas de Menores.