Hugo Ariel Ocampo (37), que permanecía desaparecido desde el último lunes 18 de enero, fue hallado sin vida en una finca deshabitada en un monte de Antapoca, en el Departamento valle Viejo.

El hallazgo se concretó ayer en medio de un gran operativo policial, encabezado por el ministro de Seguridad Gustavo Aguirre, con presencia de los fiscales Jesica Miranda y Hugo Costilla, y personal especializado de las divisiones Inteligencia Criminal y Trata de Personas de la Policía de Catamarca.

Poco más tarde, se identificó a Ocampo por cicatrices y tatuajes (tenía estampados los nombres de sus hijos, una imagen de la Virgen del valle y el escudo del club Policial), con lo cual se desataron escenas de profundo dolor entre sus familiares y allegados, muchos de los cuales estuvieron presentes en el operativo.

La búsqueda

Ocampo, padre de tres hijos, salió ese lunes por la mañana a trabajar, y desde entonces se le perdió el rastro. No tenía antecedentes de ausentarse del trabajo, no dejó explicaciones a su familia, no tenía problemas de adicciones ni se conocía otro conflicto que pudiera hacer prever lo sucedido, por lo cual su familia hizo público el caso en medio de un gran desconcierto.
Ocampo residía en una vivienda del barrio Nueva Catamarca, y se retiró de su domicilio por última vez en una motocicleta Blitz 110 cilindradas de color negro, de la cual no se tienen datos y es intensamente buscada, porque podría ofrecer indicios de dónde estuvo.

Todas las dependencias y grupos policiales iniciaron la semana pasada la tarea de búsqueda, que incluyó pesquisas y rastrillajes por diversos puntos de la ciudad, pero conforme avanzaban los días crecía la incertidumbre y comenzó a temerse por la integridad de Hugo.

El hallazgo

Ayer, poco después del mediodía, finalmente se encontraron los restos de Ocampo, en un escenario macabro con múltiples indicios de que fue víctima de un homicidio.
El cuerpo fue hallado en un aljibe, a unos 30 metros de profundidad, y debieron intervenir expertos de Bomberos y Defensa Civil para recuperarlo.
Pero además encontraron en el lugar prendas de vestir ensangrentadas, lo cual le da fuerza a la hipótesis de que sufrió una violenta agresión antes de que se consumara el deceso.

Los detenidos

La detención de una pareja habría sido clave para localizar el cuerpo y comenzar a desentrañar lo ocurrido con Ocampo.
Una de las líneas de investigación apunta a que el fallecido habría tenido una relación sentimental con otra mujer, y que un tercero en discordia se lo recriminó.

Se vincula este episodio con una disputa que llegó incluso a la agresión física hace aproximadamente un año.
Aquella reyerta está confirmada, al punto que tanto Ocampo como su agresor se denunciaron mutuamente, de lo cual existen registros.

La posibilidad de que aquellas viejas diferencias hayan sido el motor de este hecho emerge por ello como una posibilidad concreta, aunque de momento ninguna hipótesis es descartada y también se analizan otras posibilidades.

La pareja que apareció involucrada en medio de la búsqueda continúa detenida, su situación podría complicarse y los investigadores aguardan el informe de los peritos forenses para poder establecer con precisión qué le ocurrió a Ocampo.
Los resultados de los exámenes serán clave además para determinar cuánto tiempo llevaba el cuerpo en ese aljibe, cuándo se produjo el crimen y si el ataque fatal se realizó allí mismo o en otro lugar.

Familiares y amigos de Ocampo reclamaron que se haga justicia, y expresaron también algunas críticas por la demora en hallarlo, interpretando que se habían desestimado elementos que podrían haber acelerado el proceso.