Luego de darse a conocer públicamente que en el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe de Valle Viejo un grupo de alumnas denunciaron a sus propios compañeros por abusar sexualmente de ellas y que desde el establecimiento se tomaron medidas restrictivas hacia las denunciantes y no los presuntos agresores, acusándolas de “provocar” la situación, la titular del Ministerio de Educación dijo que se tomaron medidas.

En diálogo con El Esquiú.com, la ministra Andrea Centurión manifestó: “Hemos tomado conocimiento (del caso) y automáticamente, el representante legal ha pedido intervención de la gestión privada. Se han hecho las denuncias e intervenciones que le competen al Ministerio, así que ya se ha hecho toda la tramitación ante la Justicia. Serán ellos quienes tomen las medidas a seguir por parte del colegio y el Ministerio”, explicó.

Con respecto a la situación vivida en ámbitos de la institución educativa privada confesional, Centurión manifestó: “La verdad, son temas que no nos gustaría tener, pero al suceder en el sistema educativo, tenemos que intervenir y luego dejamos que la Justicia actúe.

”Solicitamos que se realicen las denuncias, que se tomen medidas preventivas para las supuestas víctimas. En el caso de este colegio, hay dos denuncias de ambas partes, así que esperamos que la Fiscalía se expida y nos ordene cuáles serán las medidas a tomar”.

Con respecto a las medidas que se dispusieron desde la cartera educativa para dejar de revictimizar a las denunciantes, la ministra dijo que se dispuso que “dejen de compartir los lugares en donde toman clases, a las actividades como educación física o algún tipo de talleres, para proteger a las presuntas víctimas y resguardar a los menores, recordemos que estamos en un caso donde ambos (denunciantes y presuntos agresores) son menores de edad”.

A su vez, Centurión indicó que “la supervisión tuvo una tarea  hoy (por ayer) en el Colegio, tratando de acompañar, porque hay que tener en cuenta que hay una comunidad educativa que también padece esta situación y hay que acompañarlos para que puedan sobrellevar esto”.

Es importante recordar que la situación saltó a la luz luego de que el abogado de una de las presuntas víctimas  diera a conocer públicamente que varias alumnas (que serían tres o cuatro niñas de 12 años), denunciaron haber sido víctimas de manoseos por parte de sus compañeros de aula, quienes además las habrían acosado con el envío de fotografías y con amenazas de que serían violadas.

Tras salir a la luz la situación, se convocó a los padres de las presuntas víctimas a una reunión, en la que un directivo del establecimiento acusó a las niñas de haber “provocado” a los varones para que se generara la situación de abuso y luego se habría dispuesto prohibir a las denunciantes la salida al recreo, dejándolas encerradas en el aula.