Ayer, en la ciudad de Belén, tras cinco maratónicas jornadas de juicio se conoció la sentencia para los acusados de asesinar al docente Héctor Calderón. El tribunal, por unanimidad, declaró culpable a Gabriel “Gabocha” Carrizo y lo condenó a prisión perpetua, mientras que para su novia y su amigo les amparó el beneficio de la duda. 

Una multitud acompañó las últimas dos audiencias y recibieron con buenos ojos el veredicto emitido por los jueces Rodrigo Morabito, Luis Raúl Guillamondegui y Mauricio Navarro Foressi.

Cabe recordar que durante el debate el fiscal del fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, Guillermo Narváez, solicitó la pena máxima para el principal imputado: prisión perpetua por el delito de “homicidio agravado”, lo que finalmente fue acompañado por el tribunal.

En tanto que el fiscal había pedido para la adolescente que era novia de Carrizo, 5 años de prisión, por considerarla “partícipe secundaria” pero, esta acusación no prosperó al igual que contra el tercer imputado, Joaquín Escalante, para quien pidió una pena de 3 años y 6 meses por “encubrimiento”.

Una multitud 
El juicio se desarrolló de forma exhaustiva por cinco días consecutivos y movilizó a los vecinos de la cabecera departamental, más precisamente en la plaza principal, donde se autoconvocaron conocidos del docente belicho asesinado.
Si bien había opiniones encontradas respecto de las responsabilidades de los acusados, la sentencia fue bien recibida por los presentes. 

El hecho
El 16 de enero de 2019,  el docente fue asesinado en su domicilio, ubicado en pleno centro de la ciudad de Belén.
Le propinaron fuertes golpes que acabaron con su vida en lo que habría sido un crimen de odio, ya que el propio Carrizo confesó que le molestaron “actitudes” del docente, que era homosexual y había pensado en un primer momento sólo en robarle dinero y no asesinarlo.

Posteriormente, justo a su novia, una adolescente en esos momentos, usaron el dinero para comprarse prendas de vestir de marca y peluches, entre otros objetos. Alrededor de 500 personas se congregaron en la plaza Olmos y Aguilera, principal de la ciudad de Belén, frente donde se desarrolló el juicio por el crimen del docente Héctor Calderón (59).
Vale resaltar que la Justicia debió reconvertir la modalidad del juicio para garantizar la presencialidad de los más de treinta testigos y resguardar las medidas preventivas de salud para prevenir el coronavirus.