Una joven de 21 años denunció que su padrastro abusó reiteradamente de ella cuando era una niña. La causa está en manos de la Justicia luego de la denuncia que radicó el año pasado, una vez que pudo abandonar su hogar y enfrentar sus temores.
En un diálogo mantenido con El Esquiú.com, brindó su testimonio con el objetivo de ayudar a otras víctimas menores de edad que estén atravesando la misma situación y también advertir a las madres sobre este tipo de abusos sexuales intrafamiliares, ya que en su caso, su progenitora no le creyó y siguió adelante la relación con el presunto abusador. Hoy por hoy, se encuentra distanciada de ella. “Mi padrastro me abusó y mi madre nunca me creyó, sigue con él”.

La joven relató que cuando tenía 9 años su madre conformó una pareja con este hombre, que se mudó a su vivienda. “Cuando tuve 11 años empezó todo. Un día estaba durmiendo. Él se alcoholizó y apareció en mi pieza. Como tengo el sueño muy pesado, cuando desperté él me estaba tocando, me metía los dedos. No entendía lo que estaba pasando y sentía dolor. Luego de esto le conté a una compañerita, con lo que se enteraron en mi escuela”, indicó, explicando que esa niña le contó a su madre, quien le transmitió   su preocupación a la directora del establecimiento.

Luego de una reunión en la que su progenitora negó los hechos, “me estaba bañando cuando sin preguntarme nada, entró y me golpeó. No fue una paliza así nomás, era con un palo que me pegaba”.

Atemorizada por la fuerte golpiza y amenazada por su padrastro, la joven continuó soportando los abusos, lo que, aseguró, generaron cambios radicales en su conducta.

“Me escapaba de la escuela, empecé a fumar y a callejear. Tenía 12 años y no paraba en mi casa porque no quería estar cerca de él y mi madre todo el tiempo insistía para que yo tenga con él una relación paterna”, lamentó, agregando que también tenía miedo que su pequeña  hermana pase por lo mismo que ella.

“Hoy mi hermanita tiene 10 años y vive con el abusador, mi mamá nunca se separó”, dijo, agregando que supo que su progenitora se presentó en la Fiscalía para decir que su denuncia era falsa y declarar en su contra.
En la continuidad de su relato, la mujer indicó que  los abusos comenzaron a profundizarse, ya que el hombre la forzaba a mantener relaciones sexuales con él.

Finalmente, cuando cumplió 14 años, los abusos se detuvieron porque “mi mamá me dejó poner llave en mi cuarto. Yo me encerraba ahí con mi hermanita de noche”.

Sobre las graves secuelas que le dejó la situación continua de abuso, contó que le tomó mucho tiempo comenzar a sanar. “No podía confiar en ningún hombre y mucho menos tener intimidad con alguien. A mí me quitaron la inocencia y no entendía lo que estaba pasando, porque mi madre nunca me enseñó sobre menstruación, embarazos o nada. A los 17 años  tuve un hijo, quemé etapas a causa de esto”, contó.

Finalmente en abril de 2020 y tras retirarse de su hogar, decidió radicar la denuncia en la Unidad Judicial N°3 y este año, al no haber tenido repercusiones por lo denunciado, decidió exponer públicamente su caso en redes sociales, lo que, dijo “es al menos una justicia para mí. Que se sepa qué es y el daño que me hizo esta persona. Ya no se va a borrar lo que me hizo, pero necesito justicia para mí y protección para mi hermana urgente”, expresó.

Con respecto a la causa que por estos momentos se encuentra en la Fiscalía Penal N°2 a cargo de Carlos Brizuela, fuentes judiciales indicaron que la investigación se encuentra en curso, habiéndose dictado restricciones para el acusado. También se solicitaron pericias psiquiátricas para éste, además de las mismas pericias para la joven, que ya se llevaron a cabo el año pasado.