Luego de la grave situación de una pareja que sufre agresiones, amenazas y discriminación por su orientación sexual en la zona oeste de la Capital, lo que El Esquiú.com dio a conocer días atrás, la organización ASDA (Asociación Siempre Diversidad Argentina) manifestó públicamente su apoyo a los jóvenes.

“Lamentamos la situación de violencia que atraviesa esta pareja de personas gay, desde el año pasado. Cuando se pusieron en contacto con nosotres inmediatamente se dio curso a la dirección provincial de Derechos Humanos y este organismo derivó al Consejo Municipal de la Diversidad, perteneciente a la Administración de Consejos Multisectoriales de la secretaría de Gobierno y Coordinación de la Municipalidad de la Capital. Nunca se resolvió la problemática, lo supimos  en el mes de mayo cuando salió en los medios. Volvimos a derivar, esta vez a la secretaría de Mujer, Género y Diversidad que hizo el abordaje a través de la dirección provincial de Protección Integral (Warmi), en los medios se comunicó que se les había otorgado una vivienda en el marco del programa “Barrios que Incluyen”, que promueve el ministerio de la Vivienda en conjunto con el área de Diversidad Sexual de la dirección provincial de Derechos Humanos, fue una puesta en escena”, dijo en un comunicado.

“El fin de semana pasado sucedió lo que veníamos advirtiendo a las autoridades, un recrudecimiento de las violencias por parte de los vecinos hacia esta pareja. Nuevamente estuvimos en comunicación con los compañeros y las autoridades poniéndonos a disposición.

”Detallamos el proceso porque resulta que algunes en una cruzada de buscar solo culpables señalan como que no hemos actuado a la altura de nuestro trabajo y nuestras militancias, pero la realidad es que las Instituciones Públicas que tienen la responsabilidad de accionar, no lo hacen de acuerdo a sus competencias. Falla el Ejecutivo y la Justicia.

”Nos preguntamos, ¿no se pusieron a pensar en un protocolo?, ¿en una red de contención?, ¿no tuvieron presupuesto para pagar un alquiler y garantizar el derecho a la vivienda?, ¿qué pasó con el Hogar Warmi, que es un refugio?, ¿no se enviaron los actos administrativos al Poder Judicial, a la Unidad Judicial?, ¿no se sancionó a los efectivos policiales y al personal que hizo oídos sordos?, ¿no pensaron la Delegación del INADI y la de Derechos Humanos de la Nación una intervención en el barrio con los vecinos y los propietarios del inmueble?

”La respuesta a estos interrogantes es que no se hizo nada, porque nos venden espejos de colores, nos hacen creer que somos parte de la Agenda cuando ni siquiera tenemos legitimado un espacio de diversidad ni personas LGBT en la toma de decisiones.
”Seamos coherentes en los discursos, y si vamos a trabajar en el marco de una organización, lo hagamos con seriedad”, finaliza el escrito.