Bruno Jerez, el abogado querellante de la familia de Manuel Antonio Moya, quien falleció en un sanatorio céntrico, aseguró que pudieron visualizar detenidamente los registros de la cámara de seguridad del Sanatorio Pasteur tomadas el día mencionado, pero no fue posible determinar el destino del cuerpo. Anticipó que hoy se reúnen con el fiscal para pedir que se cite a declarar a todo el personal que trabajó esa noche en la clínica.

En diálogo con El Esquiú.com, el letrado indicó que “en el video vimos cómo se movía el personal de salud y el traslado de cadáveres pero éstos estaban dentro de bolsas y no se podía determinar la identidad de cada uno. También observamos una camioneta Toyota de cabina simple perteneciente a la Empresa Segura”, pero no se alcanzaría a visualizar si alguno de los cuerpos sin vida fue cargado al vehículo.

“El abogado Pedro Vélez se constituyó como defensor del Pasteur mediante una presentación espontánea y, si bien no vio el video con nosotros, se le envió una copia”, explicó el letrado.

A su vez, sobre las imágenes observadas, dijo que se puede ver a Moya momentos antes de su fallecimiento y a enfermeras que lo asisten cerca de la hora del deceso”.

A su vez, sobre la reunión que en el día de la fecha se llevaría a cabo con el fiscal Horacio Brizuela -quien subroga a Miriam López de la Fiscalía de Instrucción Penal N°8- dijo que “hace falta aún que se produzca una batería de pruebas. Vamos a solicitar al fiscal que cite a todo el personal para que brinde testimonio”.

En este sentido, Jerez dijo que “llama la atención que los trabajadores de la salud no se hayan presentado por motus propio para indicar cuáles fueron los movimientos que hubo, entonces tendrán que ser citados. Pareciera que existe un temor por la posible pérdida de sus trabajos, pero uno apela a que se hubieran acercado de una manera humana y condoliéndose con el dolor ajeno para esclarecer la situación, pero eso no sucedió”.

Al respecto, expresó que la familia del difunto ha recibido una gran adhesión por parte de la comunidad en general ante la situación que atraviesan. 

Cabe mencionar que el hombre murió supuestamente por Covid-19 el pasado 21 de junio, pero cuando sus familiares fueron a retirar el cuerpo para darle sepultura en Balcozna, se dieron con que los restos no eran los de su ser querido.
La familia inició entonces fuertes reclamos para que la clínica le haga entrega del cadáver, pero al no obtener respuestas, radicaron la denuncia penal sobre el hecho.